sábado, 6 de mayo de 2017

Geomagnetismo, paleoclima y arqueología


Escribe: Manuel Huanqui Hurtado    

El siglo XXI, constituye posiblemente el más temerario y peligroso de todos los que no han precedido.

Esto nos da pie para remarcar, que, debido a la actitud negligente de algunos grupos étnicos, el panorama que se avecina es desolador, pero, por otra parte desde hace un buen tiempo gracias a sesudas investigaciones, ya se han superado todas las especulaciones que concibió el hombre desde los albores de la humanidad, desde las más dogmáticas, apasionadas y ortodoxas, esto nos está permitiendo una cobertura científica sin precedentes.

Felizmente ahora se cuenta con el apoyo de sofisticada tecnología de punta, que nos está facilitando valiosa información, y esto está permitiendo sincronizar todos los elementos diagnósticos de los eventos que nos han precedido, especialmente el que es el más determinante para el destino de la humanidad y es el referido a la astronomía.

Las antiguas civilizaciones que nos están legando infinidad de evidencias materiales, consistentes en esculturas pétreas de sobria manufactura, y que las utilizaron para monitorear la marcha de los astros con extraordinaria exactitud, estos perfiles nos hacen consentir plenamente que nuestros ancestros vivían en armonía y comunión con la naturaleza, además había que remarcar que respetaban sus designios y se adecuaban a ellos, porque eran conscientes de sus reales capacidades, gesto que lo han tipificado como los poseedores de un acendrado panteísmo.

Pero, todos ya admiten que con la incorporación de nuevas ciencias, que se suman a las ya existentes, esta circunstancia está adquiriendo singular cobertura científica, como es el caso del geomagnetismo, el paleo-clima y la arqueología, que tienen codificadas en memorias computarizadas, todas las vivencias y ocurrencias de las etnias que nos han precedido y que aportaron, lo más significativo de sus concepciones, que sincronizadas con criterio científico y la opinión de destacados especialistas, el panorama que advertimos es más transparente, y estamos decantando algunos enigmas, mitos e interrogantes que durante siglos, mantuvieron aparente vigencia.

Los movimientos de la tierra ampliamente conocidos, como los de rotación, traslación, e inclinación, que hasta no ha mucho, parecían determinantes en el comportamiento de lanaturaleza y consecuentemente eran los que repercutían decididamente en el destino del hombre, ahora hay que agregar a estos, otros, que inciden en forma determinante en los ciclos y períodos al que la tierra está expuesta, por estar inmersa en el sistema planetario y de cuyos flujos, gravedades, distancias, atracciones, etc., ya eran de conocimiento de las antiguas civilizaciones.

A esos movimientos hay que agregar, el de precesión y el del desplazamiento geomagnético.

El de precesión, es el ajuste que se opera en el movimiento de la tierra durante millones de años y que posibilita una mayor o menor cobertura en los ciclos y periodos establecidos, que amplia o disminuye su luminosidad durante las 24 horas, y que influye en la evolución de las especies.

Y el otro movimiento conocidos como del desplazamiento geomagnético, que consiste en la reversión de los polos, cada 730,000 años, el polo norte magnético, se desplaza al sur, en su media esfera, y en 1´430,000 años, se registra la mutación completa, con fines didácticos, esta cifra la redondeamos a 1´500,000 de años y con una simple división, tenemos el espectro que nos ocupa, si ya conocemos que la edad de la tierra, calculada con métodos radioactivos, que le han asignado 4´500,000,000 años, desde su aparición se han producido 3,000 reversiones completas que han propiciado y precipitado grandes hecatombes, cataclismos, acompañados por clamorosas distorsiones ecológicas, fractura de continentes, desplazamiento y choque de placas tectónicas, que han generado la configuración de agrestes orografías, como los andes y las cumbres del Himalaya, también se han registrado reversiones de orografías, lo que antes era fondo de mar, ahora es la cima de elevaciones agrestes, todos estos eventos naturales, están registrados y perennizados en la secuencias estratigráficas, y que son el reflejo de la periodicidad con que ocurren y que obedecen al comportamiento del medio ambiente, producto de las leyes de la mecánica celeste.

En estos momentos en que vivimos, tenemos que agradecer que estemos viviendo en una aparente tensa calma, en comparación a las épocas que nos ha precedido, si unos huracanes, tornados, tifones, terremotos, etc., nos inquietan tanto, imaginándonos cuales serían los daños y nuestra reacción cuando se fracturaban los continentes y el estruendo que producían y los daños que causaba su desplazamiento.

Otra ciencia que ahora, es el pilar fundamental de la prevención de ocurrencias ecológicas, es el paleo-clima, que sincronizada con el geomagnetismo, nos refieren de los climas que han existido en épocas pretéritas, y de acuerdo a los ciclos se sabe cuándo retomarán con las mismas características o con ligeras variaciones.

Y la arqueología, es la ciencia que apoyada con sofisticado instrumental, en estrecha colaboración con métodos radiactivos, nos hace conocer con gran transparencia y con un mínimo de margen de error, la secuencia cronológica e anterioridad y posterioridad de las presencias culturales.

Con referencia al comportamiento ígneo y telúrico, ya se tiene codificada valiosa información, que nos ofrecen referencias muy puntuales, de cuales son factores que precipitan estas ocurrencias.

Sincronizando todos los elementos diagnóstico, en especial el del desplazamiento geomagnético, y que para una cabal interpretación, los hemos dividido semejando a la esfera del reloj, que coincide con la circunferencia de la tierra, nos hemos permitido darle equivalencias en tiempo, una hora es igual  aproximadamente a 124,000 años, un minuto a 2,084 y 1 segundo a 30 o 40 años.

La cultura andina ha demorado en concebirse 11 minutos del desplazamiento geomagnético, equivalente a 22,000 años, esto ha posibilitado, que antes de su ocupación, los gestores hayan delimitado el área con un gran sentido de prospección y proyección geopolítica, si bien es cierto este territorio, constituye el más agreste, incontrastable, inaccesible, abrupto, y difícil, es el más seguro de esta parte de América, dotado de recursos para que las etnias que la habiten, no tengan apremios, no sólo durante siglos, sino por milenios, ostenta ocho regiones naturales y 82 ambientes ecológicos de los 120 que están registrados, por ello la ambición de querer ocuparla a cualquier precio, por otras etnias.

El desplazamiento geomagnético la ha favorecido y la favorece plenamente, porque siempre ostenta ambientes de diversas características, donde la biodiversidad se concreta plenamente.

En lo que respecta al paleo-clima, se ha comprobado que en Chile, cada 30 años, que equivale o es igual a un segundo magnético, se advierte la presencia de sequias, en año 1930, en 1960, y en 1990, hubieron, este tipo de calamidades.

Los terremotos que se registran en diferentes latitudes, en especial en zonas sísmicas como Arequipa, que está ligada al área del pacifico sur, donde han ocurrido terremotos y movimientos telúricos de gran intensidad y que están registrados, nos preocupan.

En nuestra región en los últimos 400 años, se han producido 30 terremotos de todas las intensidades, y que cada día, los más sensibles sismógrafos advierten 500 micro-temblores, y que van descargando la incontenible energía, y que en cada segundo magnético, o sea que cada 30 o 40 años, nos sacude un violento terremoto, pero, que el poblador arequipeño y el que vive en estos parajes, ya está digitado y los encara con sobriedad, seriedad y valentía, es digno remarcar también que desde años ha, las estructuras arquitectónicas que se erigen en esta tierra son para resistir terremotos.

Sin ánimo de alarmar, porque ya es ampliamente conocido, que desde París, se están monitoreando vía satélite a los volcanes de nuestro entorno, al Chachani que ostenta 7 cráteres, el Misti que está en plena actividad, y al Ubinas, que en cualquier momento nos puede inquietar. Pero, felizmente ahora contamos con sofisticados medios de comunicación que eliminan tiempo y distancia, y cuando las circunstancias lo precisen nos enviaran la voz de alarma, para evacuar disciplinadamente, a zonas de menor riesgo que ya están designadas, existe un precedente que es necesario tomarlo en cuenta, si con el último huracán en EE.UU. han evacuado a 2´000,000 de personas, nosotros que somos 1´000,000, lo podemos hacer disciplinadamente.

Con referencia al movimiento telúrico de 9 grados que se está anunciando, debemos de estar preparados, debido a que estamos advirtiendo clamorosas distorsiones ecológicas, sumado al recalentamiento global, al margen que fuera de nuestro entorno, se advierte un enfriamiento, aquí en la tierra estamos soportando distorsiones ecológicas nunca antes registradas, que está precipitando la extinción de la flora y la fauna, y esto está ocurriendo por la negligencia del hombre que la habita, que está cometiendo una serie de excesos que irremediablemente precipitará un desastre de imprevisibles proyecciones, como ya se están presentando en otras latitudes. Y que esta está incidiendo en el futuro comportamiento ígneo, tectónico y telúrico.

Manuel Huanqui Hurtado. Doctor en Arqueología.
Portal: https://arqueologiaviviente.blogspot.pe/
Correo: manuelhuanquihur@gmail.com

Facebook: https://www.facebook.com/manuelhuanquihurtadoperu

No hay comentarios:

Publicar un comentario