viernes, 20 de octubre de 2017

La incidencia del genotipo, fenotipo y el biotipo


Ensayo:
La incidencia del genotipo, fenotipo y el biotipo, en la configuración de la escultura que define las características  del  paisaje  humano de cada etnia.

Escribe Dr. Manuel Huanqui Hurtado

Tan de repente hemos ingresado al ciber-mundo, y es en estas circunstancias que tenemos que admitir que la teoría de la evolución recién está asumiendo el rol protagónico y la cobertura científica  que se le debió otorgar hace siglos, pero, esto no fue posible por el  enfermizo dogmatismo que imperó en los siglos que nos han precedido, y reconocer que  ante lo poco escrutado científicamente sobre el origen del hombre, debemos aceptar que nuestra concepción fue recurrente,  y en la  configuración del fenotipo, biotipo y genotipo que ostentamos no  ha participado en lo más  mínimo nuestra voluntad razón por la que se han obviado olímpicamente nuestras mejores intenciones, y por la que  no somos dueños de nuestro propio destino y consecuentemente somos el resultado  de infinidad de mutaciones  genéticas
las que aún no están secuenciadas debidamente, en las que han tomado parte activa  el microcosmos y el macrocosmos con los cuales limitamos, y junto a  ese universo conformado por esa infinidad de vivencias y experiencias, sólo  hemos tomado parte de algunos aspectos que pululan en nuestro entorno, de ese inconmensurable mundo donde yacen las betas del alma y las canteras de todos los cuerpos con ilimitada configuración genética, a la espera del apareamiento para tomar parte activa en nuestras vidas, que hasta el momento que escribo estas líneas somos la consecuencia de infinidad de cruces y copulaciones de variadas especies y líneas genéticas que han generado nuevos contextos que  han sucedido durante millones años y que han generado inevitablemente indiscriminada promiscuidad, deterioro, distorsión, hibridación genética, cuyas consecuencias las estamos viviendo que son por demás preocupantes,  riesgosas y apocalípticas  y estemos derivando  a un sino que no lo merecemos.

Recién se está sincronizando y codificando todas las vivencias y experiencias de  millones de generaciones  que han sido concebidos en diferentes latitudes y épocas, que ostentan variedad de pigmentos y estaturas, y la evolución les ha dotado gracias a la mutación que se ha operado en ellos características definidas que identifican su fenotipo, biotipo, y genotipo que muestra  cada  espécimen como consecuencia  se han configurado  líneas genéticas de variada configuración.

Hasta no hace mucho ese dogmatismo enfermizo en el que vivíamos inmersos, nos hizo consentir que la cultura del miedo y del pecado iba a definir nuestro destino, para ello crearon una infinidad de mitos y  ambientes excesivamente etéreos y celestiales con  personajes que los identificaban y representaban el bien y el mal y, cada uno premunido de especiales cualidades y poderes para digitar las acciones del hombre, y al final para darle sentido a la vida, después de un juicio tendría su   recompensa.

Pero, arguyen que en los inicios tanto Dios que simboliza el bien, y el Diablo que representa el mal, ambos libraron varias batallas para dominar el mundo en que vivimos, y ocurrió que, por esas estrategias del ajedrez celestial quién mejor manejó la logística y supo disponer adecuadamente los ambientes que tenía a su merced fue Dios y le ganó supuestamente la primera batalla al Diablo, pero, fue tan sólo una batalla y dejó entrever que serían varias, y que el Diablo muy irónicamente ganaría la batalla final y la guerra la ganaría él y tendría el mundo a su merced. Ambos supuestamente dominan el universo que les compete en  el cielo y el infierno, escenario donde actúa  el hombre.

Después de esta primera confrontación obviamente donde Dios aparentemente ganó, que representa el amor, el bien, la armonía, la paz, la comprensión, supuestamente el mundo ingresaría a una convivencia de armonía donde la felicidad sería el bajo común denominador, postergando momentáneamente pero no definitivamente el mal que nos asedia permanentemente en  el mundo en que vivimos.

Ya ha transcurrido el tiempo más que suficiente para saber quién domina los designios de los hombres, no hay necesidad de recurrir a una bola de cristal, y observar el panorama a nivel mundial, para reconocer  que quién tiene el mundo bajo su influjo es el Diablo y  que está nítidamente reflejado en las vivencias que observamos cada día, donde el mal, la xenofobia y la muerte imperan en todos los meridianos donde habita el hombre que convive con sus semejantes de todos los pigmentos.

Vamos a dejar por unos instantes estas especulaciones que desde hace un buen tiempo nos han distraído en demasía, y han copado todos los ambientes del escenario donde habita el hombre, y aún las pugnas siguen, y a este escenario le han sumado otros personajes con olor a santidad que en vez de fortalecer los principios de la fe, los están desvirtuando, trastocando, distorsionando y confundiendo a la inmensa grey,  y que está incidiendo en la actitud que asume el hombre y a este abanico de especulaciones religiosas, se han sumado las filosóficas sin obviar las político sociales y el hombre está más cerca de asumir gestos de extremado agnosticismo, y ante tanta incertidumbre el nihilismo está asumiendo papel protagónico y somos presa de confusiones alarmantes  que crecen en progresiones  incontenibles.

Aquello que parecía alucinante, me refiero al campo de la ciencia ficción, y admitir la posibilidad que exista vida en otros mundos, cada día cobra inusitada vigencia e interés, gracias a la cobertura que le ofrecen los telescopios de última generación y alta resolución que están al servicio del hombre y nos estén trasportando a universos  que nunca antes habíamos podido llegar ni con imaginación.

Felizmente, los últimos sondeos que realizan hombres de ciencia de todos los credos en las esferas del macrocosmos y el microcosmos en diferentes latitudes, en complicidad con sofisticada tecnología de punta que ha superado la más fecunda imaginación, y alejados de todo ese enfermizo dogmatismo, gracias a este apoyo ya se tienen los primeros sondeos del espectro del universo y el de nuestra configuración genética, que amplía el horizonte del conocimiento universal.

Después de haber tratado de escrutar todo lo que casualmente e intencionalmente se ha recuperado de las evidencias materiales que nos legaron y  que constituyen osamentas y restos de flora de milenaria data, sin omitir el referirnos a su composición química y geológica de   los mismos, donde uno advierte con extraordinaria transparencia la mutación que se ha gestado y el discurrir del tiempo ha dejado su huella imborrable, de trastornos y evidencias de los cataclismos y eventos geológicos que son irrefutables que ha precedido al momento en que vivimos, y que están científicamente  secuenciadas, amén de que el hombre con intención científica e inspirado y persuadido por estos restos está tratando de ordenar la trama de todo ese devenir, ha empezado a codificar los restos que estaban arrumados en los que disque llamados museos de los imperios hegemónicos, que al someterlos y escrutar todos los territorios saquearon las obras más portentosas y  emblemáticas de la herencia cultural de las civilizaciones  matrices, estos restos sugirieron que existían eslabones perdidos de todo ese trance, pero, para ello era imprescindible recurrir a la sincronización y sinergia propias del siglo en que vivimos, y coligieron que se debía echar mano  al gen y el  átomo.

El Gen, ese corpúsculo insignificante que semeja un chip biológico ultrasensible, que guarda celosamente las características de cada persona, y que es la resultante de la evolución de millones de años, y que en los últimos siglos ha soportado una inevitable promiscuidad genética en su estructura del A.D.N. perfil cromo somático  y celular que está incidiendo y definiendo las características de cada grupo étnico que vive en los diferentes continentes, sin descartar el grosero manipuleo al cual lo someten que está trastocando y distorsionando su primigenio espectro que propiciará consecuencias por demás apocalípticas.

Y el átomo y su permanente mutación nos ofrece cronologías que no admiten duda, que sirve para definir las secuencia lógica de todo su devenir con gran aproximación en el marco tempo-espacial.

En pleno Siglo XXI, donde la globalización del conocimiento se está proyectando con inusitada contundencia y que en complicidad con la era digital, el panorama que se advierte es sencillamente fuera de serie.
En esta oportunidad nos referiremos al actor de nuestra aventura  y única historia que es el hombre, sus orígenes paulatinamente se van esclareciendo con extraordinaria sobriedad científica tomando como fuentes y elementos diagnósticos las evidencias materiales recuperadas técnicamente y que paradójicamente constituye una ínfima proporción, y el otro rescatado casualmente que representa un porcentaje impresionante y que están   arrumados en las bodegas de los llamados museos.

Los últimos informes codificados que no son definitivos nos refieren que los homínidos de donde provenimos han existido hasta cinco  variedades a saber: 1. Los Homo Sapiens 2. Los Neardenthales 3. Los Hobbits (De la isla de Indonesia de Flores) 4. Los Homo Eréctus y 5. Los Denisovanos.  Pero, es necesario remarcar  que en el momento  que abordamos este aspecto, supuestamente el más complejo, es el referido al  proceso de reproducción,  y se está recurriendo tan sólo al aspecto  mitocondrial y se ha deducido que en cada mitocondria hay 40 genes frente a los 25,000 que hay en el núcleo celular, de esto se colige   que como hay muchas mitocondrias en cada célula y sólo existe un núcleo, esto ha facilitado y es la razón por la que el  A.D.N. es fácil de localizar.

Sin embargo, existe un problema, el A.D.N. mitocondrial se hereda de la madre, mientras que el A.D.N. del núcleo es una combinación de los dos progenitores, es una de las razones para deducir que si una mujer neardental tuvo un hijo con un hombre moderno el A.D.N. mitocondrial del niño dirá que es sólo neardental.

“Esto limita las deducciones que podemos hacer sobre las poblaciones de homínidos de las que se ha recuperado el A.D.N.”, admite la genetista del  Instituto Max Planck.

Pero, ante  la presencia de la  diversidad de grupos étnicos con variadas líneas genéticas que están poblando el planeta tierra, en pleno Siglo XXI, tenemos que aceptar que desde hace miles de años en los antecesores del hombre se han producido infinidad de cruces, admitiendo que algunos han sido voluntarios y otros recurrentes sin dejar de anotar los forzados, esto no se pudo evitar y es el  resultado de sucesivas migraciones que han definido la ruta del gen, que ha propiciado una incontrolable promiscuidad genética, que ha incidido en la tonalidad del pigmento que ahora se advierte de variados matices, desde el blanco impecable que constituye el límite de ese cromatismo, hasta el negro en su más extrema tonalidad, y la ecología ha sido  factor determinante para que de acuerdo a su ubicación en los meridianos que ostenta nuestro planeta y donde la incidencia de los rayos ultravioleta en unos es  mayor la  intensidad  que en otros, y son los que le imprimen el color a la piel donde juega papel determinante la sustancia de la melanina, que es con los que están revestidos todos los cuerpos de los habitantes del planeta, y para complementar el paisaje humano, donde las leyes naturales inciden en su configuración recurriendo a la sinergia muy propia de su alquimia biológica complementa el color de los cabellos y ojos con la tonalidad que no contraste, y propicie  distorsión que a simple vista nuestra retina los advierte, que altere el paisaje humano en su variedad cromática que cada grupo ostenta y que define su genoma social.

Con este argumento que resume en parte todas las especulaciones científicas podemos colegir que el cromatismo del pigmento ya tiene áreas definidas y ahora en el paisaje humano se advierte infinidad de tonalidades que pululan en las grandes urbes y que está propiciando la discriminación y la xenofobia, que está tiñendo de sangre los centros de  mayor congestión humana.

A esto se suma que tenemos que admitir que  recién se está codificando lo referente a la escultura humana, debido a que en cada continente muestra diferentes características y que son el producto de mutaciones que en algunos se advierte evolución y en otras involución y en la mayor de las veces hibridación.   

Otro aspecto que también  es motivo de especulación es el referente a la estatura, que de acuerdo a las investigaciones se ha establecido que en situaciones normales oscilan entre el metro cincuenta y los dos metros, y estaban ligadas en algunos casos al pigmento, especialmente con los blancos y negros, pero con  la presencia de los herederos de los euro-asiáticos no concuasan estas especulaciones, con honrosas excepciones.

Ya felizmente se están sincronizando todas las evidencias rescatadas  secuencialmente y que a pesar de que  la proporción es relativamente ínfima, la sincronización de elementos diagnósticos nos está proporcionando una cobertura digna de ser emulada, y nos persuade  a proseguir esta tarea para superar aspectos no develados que el sentido común se alta definición científica están incidiendo con especial sinergia.

El poblamiento de los diferentes continentes se ha estado dando paulatinamente, en los cuales se advierten características que sometidas a un barrido con rayos láser en tercera dimensión nos refieren qué aspectos han incidido en  la configuración de su fenotipo.
En el África, donde presumiblemente aparece el antecesor de nuestra especie, y que se advierte en las características antropológicas con algunas variantes somáticas y que de acuerdo a  las especulaciones de los más connotados genetistas, la incidencia de los neardentales es mínima, o a lo mejor no las hubo, esto está por esclarecerse en comparación a los que ostentan los europeos que han definido su fenotipo, otro filón nos muestran los hindúes, que  si bien es cierto la tonalidad del pigmento es menos  oscuro con referencia a los africanos, otros aspectos definen su fenotipo de la hoja de ruta del gen, donde también se nota marcada incidencia de los neardentales en la población euro-asiática, esto está plenamente demostrado por las características que ostentan que los alejan  aún más de los que poseen los africanos, y eso es fácil de advertir en el pigmento y en sus características antropológicas,  en especial en su fenotipo  cuya área de incidencia está distribuida en todo el pacífico, de donde prevenimos los antiguos peruanos, y los primeros pobladores de América hasta antes del descubrimiento, y que las sucesivas migraciones, vía Alaska, o la Polinesia, o el nexo de algún continente perdido fueron los que decididamente incidieron y que definieron los aspectos más determinantes de su fenotipo, que es el sustento fundamental del paisaje humano de esta nuestra América y que es más afín, a los asiáticos.

Europa del norte muestra un paisaje humano con características somáticas definidas con relación al pigmento y la estatura, por la incidencia del clima, y posiblemente por la presencia de los neardentales, el punto neurálgico  es España, que nos conquista y nos somete, su genética ha soportado infinidad de distorsiones por las sucesivas invasiones, a la que hay que añadir la más reciente y es la referida a la dominación de los árabes por más de nueve siglos que ha generado una extremada promiscuidad, y distorsión biológica, cargada de un subconsciente de sumisión que ha propiciado una ambición sin límite con la que llega a nuestra América y por la imposición y la recurrencia ha generado un mestizaje forzado, y que inevitablemente ha propiciado distorsión y promiscuidad que ha incidido en la desfiguración y alteración  de nuestro paisaje humano que era el factor determinante de nuestra unidad étnica, aspecto determinante de nuestra autoestima e identidad cultural.

Y por la riqueza que ostenta nuestra América o Hatun Suyo (Región Grande en lengua Quechua), desde hace varios siglos estos territorios argentinos aparentemente descubiertos, se han convertido en el repositorio de todas las etnias que también está incidiendo en distorsionar el paisaje humano de los primeros pobladores que está generando pugnas culturales y étnicas, denominándolos muy peyorativamente como pueblos originarios, nativos o indígenas, que conservan pese a toda esa agresión aspectos definidos de su fenotipo, que es discriminado y proclive a su extinción, por un enfermizo comportamiento de algunos migrantes que se creen y aducen ser superiores.

Después de l2 años retorné a Europa, para visitar algunos hitos que me faltaban escrutarlos, y los cambios que he advertido no son muy significativos, pero, tengo que reconocer que es un continente museo, pero, el turismo cultural los está obligando a adecuarse a la tecnología de punta, en lo referente a la comunicación y el transporte, para que pese a su antigüedad convertirse en ciudades inteligentes, para satisfacer la necesidad y la exigencia de millones de turistas, y las calles y las grandes avenidas se han convertido en pasarelas donde uno advierte la escultura humana de todas la etnias de todos los colores y estaturas variadas,  asombrado he observado que no hay afinidad en él paisaje humano, porque se nota una variedad donde la genética ha soportado infinidad de distorsiones que en algunos casos está propiciando discriminación.

Ahora en el mundo en que vivimos se ha generado  una progresión  incontenible, de las primeras cinco líneas  posibles de los  antecesores del hombre, que no sobrepasaban los 10,000 habitantes que mantenían hereditariamente sus características de fenotipo, biotipo, y genotipo, ahora somos más de 7,100,000,000,000 de seres sobre el planeta tierra, agrupados en diferentes grupos étnicos que de acuerdo a las especulaciones se han generado, se inicia en la cueva prehistórica, donde la primera sesión solemne fue determinante y cuyos nexos que los unía era de una intimidad y contundencia aún no superada y que después de ese sedentarismo forzado, derivaría en un nomadismo obligado y que da origen al nacimiento de la aldea, luego al pueblo y posteriormente la ciudad, donde aún todavía se mantenían vínculos étnicos de solida consistencia.

Pero, en estos trances ya se advierte un intercambio genético recurrente que irá copando diferentes áreas  del globo terráqueo, donde el pigmento juega papel decisivo, y donde cada continente es signado por la tonalidad que ostenta su piel, el África lo tipifican como el continente negro, Europa como el continente blanco, la India como el continente oscuro, la China como el continente amarillo, y estas tonalidades migrarán por todos los demás continentes, advirtiéndose  variedades que irán poblando algunos áreas que eran conquistadas y sometidas por lo grupos étnicos de mayor poder bélico y ambición geopolítica, ahora el panorama que muestra  la tierra es variado, y para lograr una mayor contundencia y operatividad de sometimiento les imponen su espectro cultural.

Con el devenir de los años se fueron concibiendo, mitos, leyendas, cosmovisiones, filosofías, sentimientos religiosos, convencionalismos, costumbres, que constituyen sus memes, que  los utilizan como medios de penetración que imponen en las áreas que caen bajo el influjo de los imperios que se configuraron como el Inglés, Portugués, Español y Francés, desdeñando, postergando, discriminando las cosmovisiones  de los pueblos originarios que en algunos aspectos mostraban más consistencia y solidez que los importados, porque era  la resultante de milenaria configuración.

Pero, el hombre en su permanente inquietud, concibió formas de gobierno para logrear el liderazgo, tales como el brujo, chamán, hechicero, cacique, inca, emperador, rey, jeque, para culminar con el de presidente, sin descartar otras opciones, pero para seguir manteniendo unidad étnica y cultural estas formas de gobierno su representante  debió ser elegido en función al fenotipo, genotipo, y biotipo, debido a que cada grupo étnico originario para vivir en armonía y en comunidad le adosaron su lengua, que es factor determinante para su comunicación amén de sus convencionalismos, costumbres, mitos, leyendas, sentimientos y artes, que en algunos grupos étnicos sometidos milagrosamente aún sobreviven y es el sustento de su genoma social.

Con el correr de los años se suceden pugnas y permanentes confrontaciones como consecuencia de los debates de los  filósofos de la historia, que para hacer prevalecer la mejor opción, han ido propiciando la  instauración de formas de gobierno, algunas que  por no ostentar sólida consistencia étnica están siendo suplantadas, inclusive algunas monarquías  están en decadencia, para dar paso a la supuestamente forma de gobierno aparentemente más funcional y de mayor cobertura, que es la república y su  representante el presidente.
Para ello han tenido que concebir algunos conceptos de patria, estado, nación, república, etc., etc., e implementar instituciones afines que no contrasten a la que le han adosado inconsistente e innecesaria parafernalia, y en función a estas especulaciones se han ido instaurando en todos los continentes estas instituciones, y que fue inspirada por la Revolución Francesa, que fundó la primera república, y por falta de consistencia étnica aún no cumple su cometido, ya están en la quinta y no está a la altura de las circunstancias y  no concuasa con el momento en que vivimos, mientras que otros grupos que han copiado esta forma de gobierno, y por falta de unidad cultural y étnica son burdos remedos y fotocopias más hechas del que lo inspiró su concepción de igualdad, libertad y fraternidad, que fue el sustento de la revolución francesa y  que ha propiciado para que se instauren en todo el globo terráqueo cerca de 200 republicas,  y para tipificar a cada una de ellas, han recurrido al icono, la forma más ancestral de comunicación, tomando las tonalidades de la variedad cromática que en forma natural nos muestra la acuarela del arco iris, que fue el emblema de la bandera del Tahuantinsuyo, pero muchas de estas mal llamadas republicas han sido recurrentes y no ostentan los nexos  ni afinidad en el fenotipo, biotipo que constituye el sustento imprescindible para conformar el paisaje humano que  es el sustento del genoma social de cada agrupación y más aún si se trata de una república que es el que debe ostentar.

Los genios de la política, revestidos de una coraza de un maquiavelismo sin límites, ya han iniciado el plan macabro de su geopolítica en su fase final, porque se han dado cuenta que la progresión del deterioro humano se les ha escapado de su control y pronostican un final apocalíptico, si es que antes no encuentran otros mundos que les brinde los beneficios y condiciones que les dio la tierra o para empezar de nuevo y  enmendar los yerros cometidos en nuestra última morada.

Para la instauración de las repúblicas y la concepción de las banderas de todos los países debieron haber tomado en cuenta su afinidad genética respaldada por su fenotipo, biotipo y genotipo para lograr  una sólida unidad étnica y social que muestre un uniforme paisaje  humano sin contrastes muy significativos, que puedan propiciar y evitar discriminación, marginación y gestos de un infundado complejo de superioridad, pero, esto no ha ocurrido con las nacientes repúblicas que es la causa de su débil composición, a excepción de los herederos de los imperios hegemónicos que aparentemente han logrado unidad étnica, pero se advierte algunas débiles monarquías que ya están en extinción, por no haber contado en su composición con los aspectos que hemos mencionado con anterioridad.

En pleno Siglo XXI, recién estamos sintiendo los efectos de este despropósito de haber propiciado la creación de cientos de repúblicas, que no han logrado el propósito que todos anhelaban, inclusive los propios actores que recibieron con optimismo la imposición de esta experiencia política, ahora ante la realidad que viven advierten impotentes como se suscitan pugnas internas que generan inestabilidad, pero estos gestos y actitudes les interesa a los dueños del mundo para distraerlos y desviar el interés de reivindicación de sus auténticos propósitos y para hacer prevalecer sus maquiavélicos designios, propician movimientos sociales de que nunca prosperan plenamente y con estas cortinas de humo logran consolidar sus dominios, y que  hoy por hoy la tierra es su propiedad privada, y con ella disponen y hacen lo que más les conviene, sin tomar en cuenta el aspecto humano.

En su plan de expansión los imperios hegemónicos que tienen sometidos a pueblos y continentes, para un mejor manejo geopolítico les han impuesto la forma de gobierno  que ellos prefieren habiendo logrado aparente unidad para una mejor operatividad, les han impuesto una forma de gobierno que está  resumida en la figura de la república, y su representante el  presidente,  con este pretexto ahora los tienen a su merced y para un eficiente manejo político les han impuesto las reglas de juego a las nacientes repúblicas, porque pese a sus mejores intenciones no se advierten los resultados esperados, esto es fácil comprobarlo porque ya empiezan las luchas étnicas de reivindicación  para hacer prevalecer el fenotipo, biotipo y genotipo de los pueblos originarios, y las grandes capitales de las urbes más emblemáticas están viviendo este despropósito y se advierten muy sutilmente confrontaciones para hacer prevalecer su infundada superioridad, sin dejar de mencionar las guerras invisibles que están minando su integridad étnica.

Ahora existen repúblicas y otras formas de gobierno hasta en el Congo, de variadas áreas y poblaciones, cada una con su bandera que los identifica, al que le han adosado su forma de gobierno y les han impuesto para una mejor comunicación y sometimiento el idioma del imperio que los sometió, permitiéndoseles en una que otra república hablen sus lenguas primigenias, sin tomar en cuenta el paisaje humano y su genoma social desdeñando el color del pigmento que es el factor determinante de su auténtica integración. Y con esta actitud por demás prepotente desde hace un buen tiempo han fraccionado y dividido con líneas imaginarias a pueblos y continentes imponiéndoles la forma de gobierno que es la república, en áreas donde habitaban grupos étnicos con características afines en los referente a su fenotipo, biotipo y genotipo, amén de que están unidos sólidamente por su lengua, su genoma social y cosmovisión.

Esta es la razón por la que se advierte el advenimiento de conflictos que ya asoman con especial contundencia en cada pueblo, nación,  republica, condado o lo que fuere, y no investigan cuales son las causas de su disgregación, para tratar de superarlas y  unificarse en función a los aspectos más determinantes como son el idioma, el pigmento y su cosmovisión, que define el paisaje humano.

Es en estas circunstancias que ejércitos de teóricos, filósofos, antropólogos, historiadores, arqueólogos, sociólogos,  etnólogos, etc., etc., e investigadores afines a las ciencias sociales con ayuda de la tecnología de punta sincronizan criterios  para indagar cuales son las causas de este recalentamiento social que sacude al mundo en que vivimos sin distingos de idiomas y pigmentos,  están abocados a tratar de encarar este despropósito que es la causa de la inestabilidad  y las convulsiones sociales. Sin darse cuenta que hay un enemigo común que no respetará  credos ni pigmentos y que es recalentamiento global, que generará  el cambio climático que es el factor  determinado que incidirá en la extinción de las presencias culturales, y será mucho más contundente que las guerras convencionales que a diario se suscitan para superar los diferendos, pero con relativo éxito, debido a que estos organismos han sido concebidos a la medida de la ambición de los dueños del mundo.

América es un continente que siempre ha existido, inclusive desde antes de su ocupación y sometimiento a sangre y fuego por  parte de los imperios hegemónicos, no la descubrieron, era parte del continente Pangea que hace más de 200,000 millones de años se fracturó y su existencia inquietó  y tomo parte activa del proceso de evolución de las especies que soporta desde hace millones de años, y cuando la humanidad toma conciencia de su destino trata de argüir sobre sus orígenes, para ello concibe infinidad de especulaciones, argumentando quienes fueron sus primeros pobladores y de donde provienen, y escrutar el origen de las primeras presencias culturales que las habitaron y nos  legaron toda la herencia material e inmaterial que ostentaban y ostentan, cual es el origen de su genética, que se proyectó en sus memes.

Los últimos sondeos como resultado de las excavaciones arqueológicas, donde existen cuevas prehistóricas en Gibraltar, que ha concentrado a especialistas de las ciencias afines, donde toma parte activa el Instituto Max Planck, están coligiendo y esclareciendo algunos aspectos que se deben precisar para darle más seriedad al nuevo contexto, para confirmar la trascendencia de los aspectos referentes al pigmento, y la configuración del genotipo, biotipo y genotipo de los primeros pobladores.

Los neardenthales y los homo sapiens de acuerdo al estudio cromosomático y del A.D.N., son los que hasta  el momento han aportado presumiblemente más en la configuración del hombre moderno, sin descartar alguna incidencia de los denisovanos, que ha poblado el África, Europa parte del Asía y después migraron a los demás continentes, así lo certifican la confrontación de los elementos diagnósticos de las líneas genéticas escrutadas, que aún no son definitivos, pero tenemos que admitir que son ponderaciones del más  alto nivel.

Ambas presencias de donde posiblemente provenimos, cada una de estas, tenían sus características en su comportamiento primigenio, sobre todo en la elaboración de los primeros instrumentos, herramientas y utensilios, y en la concepción de su cosmovisión e intimidad étnica, que define el paisaje humano a los que les  adosaban tatuajes y atuendos, con poderes mágicos.

Los sitios arqueológicos de Vanguard y Gorham, cuevas prehistóricas que pese a su ínfima o casi nula iluminación  nos estén deslumbrando con una cobertura de impredecibles proyecciones con referencia a la aventura del hombre desde sus orígenes, que hasta no ha mucho vivíamos sumidos en mitos y leyendas  poco convincentes.

De esos restos cuidadosamente recuperados recurriendo a pinceles de más fino pelaje, analizando huesos y el excremento nos están refiriendo la clase de alimentos que digerían, la resistencia a ciertas enfermedades y las afecciones que adolecían como el sarro dental que le producía dolor y para amenguarlo  masticó  corteza de álamo, que constituye una fuente natural de ácido salicílico, el ingrediente analgésico de la aspirina, primeras terapias,  también en lo referente a la capacidad del manejo del lenguaje para comunicarse,  eran solidarios con los que no podían valerse por sí mismos, enterraban a sus muertos, ya eran capaces de plasmar un pensamiento simbólico, esto lo deducen sincronizando todo lo recuperado técnicamente, eran más grandes que los humanos modernos, dependían como nosotros de una cultura material para sobrevivir, y tenían la mismas mutación en el Gen Fox P2 asociado a los humanos en lo referente al habla, con esto se colige que disponían en su ensamblaje humano de la misma capacidad  anatómica y genética, para concebir el lenguaje y los expertos creen muy difícil  coordinar tantas actividades sociales sin la participación de íconos y palabras.

Estos logros son posibles porque estamos felizmente en la era digital,  y la sincronización de todos estos elementos diagnósticos nos conduce a este momento de singular cobertura para conocer más a fondo el devenir nuestros orígenes.

Lamentablemente desde hace muchos años, se han desperdiciado valiosa información contenida en los elementos diagnósticos a los que vamos a su encuentro, por parte de algunos aficionados al estudio del pasado, que sólo visitaron algunos centros arqueológicos, tales como las cuevas prehistóricas, y describieron muy superficialmente estos ambientes, no sabemos si lo hicieron con un sentido protagónico, y obviaron el fondo de la arqueología digital, sólo se refirieron a la cueva tan sólo como un lugar de pernoctancia, como simples hoteles sin revisar los residuos que dejaron,  en ese sentido la basura  resume en parte las referencias del que las ocupó, profesión, apetencias, debidas que consume, dieta, enfermedades que lo aquejan, inclusive hasta la adicción de alucinógenos, habilidades y dones innatos que ostentaban, su forma de vestir, restos de su indumentaria que resume su habilidad para concebir sus diseños funcionales y la técnica de la que se valieron, y el origen de la materia prima para saber su recorrido, que describe  el grado de elegancia que resume su genotipo, biotipo, fenotipo, amén de la especialidad y la habilidad que ostentaba y la razón por la cual la ocupó y emigró, armas utensilios y la sincronización de su uso, que eran muy propias de su intimidad de cada individuo y que es impenetrable, que inclusive estando vivos y alternando con otros de su comunidad no afloran, sólo en extremas circunstancias, inclusive algunos mueren sin haberlas develado en su aparente intimidad familiar, estos referentes nos abre un horizonte de infinidad de aristas que recién trata de comprender el hombre moderno para tomar conciencia de cuanto hemos avanzado en todos los campos o a lo mejor hemos involucionado.

Todas estas referencias y muchas más ahora ya están codificadas tanto del hombre moderno y de su antecesor, para ubicarlo en el casillero respectivo del escenario donde realiza sus actividades y cuales han tenido más funcionalidad y las han preferido y adoptado, no sabemos si por vocación o por conveniencia y en la mayor de las veces por resignación, y el poco acierto para elegir  las causas de mayor cobertura social, propicia el surgimiento de los interminables ejércitos de fracasados que pululan en las grandes urbes, que interfieren el desarrollo eficiente de los grupos étnicos concentrados en las ciudades que ostentan los mejores propósitos.

Ahora en estas circunstancias ante el advenimiento de una nueva era,  todos los pueblos que ostentan un elevado presupuesto de erudición, están abocados a develar sus orígenes y saber realmente su procedencia y la influencia que ha líneas genéticas que ha recibido y que han incidido en configurar su paisaje humano y el entorno que fue determinante en  su ensamblaje  humano para saber  en qué  área vital  le corresponde ubicarse, conociendo que la cobertura de la ecuación humana es insignificante la misma que debe ser aprovecha con equidad y funcionalidad para tomar conciencia del sentido de la vida y no malversarla.

Con estas referencias nos referimos al poblamiento de América, y especialmente al Perú.

El último descubrimiento en Gibraltar, nos refiere con suma transparencia que ese meridiano ha sido el límite entre neardentales y humanos modernos, y establecen que la influencia africana no pasó a Europa, donde los neardentales tuvieron especial incidencia hasta antes de su extinción y que influyó decididamente en el aspecto cromosomático de los europeos y que cuando nos conquistan vía España, nos traen genes que ya se habían cruzado con los africanos, de donde posiblemente empieza la distorsión que generará el mestizaje forzado y recurrente que derivará en una inexplicable distorsión e  hibridación, salvo algunas excepciones, y que incidió en alterar y desfigurar nuestro paisaje humano, lo que no ocurrió con otros grupos étnicos sometidos por otros imperios.

Cuando llegan los conquistadores a nuestra América, ya estaba poblada por grupos que ostentaban categorías definidas, desde los pueblos primitivos, intermedios y  altas culturas como México y Perú, luego es ocupada por sucesivas migraciones, los ingleses le arrebatan gran parte al imperio mexicano, los portugueses se apoderan de la Amazonía, los franceses copan centro América, y España somete a México y Perú, especialmente la Región del Gran Tahuantinsuyo que ostentaba y ostenta el mejor patrimonio material, cultural e inmaterial del cual aún se siguen nutriendo, y al haber encontrado en nuestros territorios la beta de oro más grande del mundo de ese entonces que estaba en Potosí, que fue el sustento de su falso poderío, pero, que fue aprovechado por los otros imperios para lograr implantar su plan maquiavélico y dominar el mundo.

El Perú, la presencia más emblemática de esta parte de América, con un perfil cultural aún no superado ni evaluado en toda su cobertura, recibe la imposición de un Imperio Español decadente, e inicia una serie de experiencias sociales desde la esclavitud más cruenta hasta un colonialismo plagado de despropósitos inenarrables, en complicidad con obcecados felipillos nativos de todos los pelajes que siempre han existido y existen en todas las épocas, que pululan en los principales escenarios del poder mostrando su incondicional lealtad a la que le adosan un refinamiento muy sutil, para no perder algunas dádivas,  refrendado por un poder social y militar bien estructurado y mantener su hegemonía, al cual le imprimen una parafernalia innecesaria de alfombras y palacios para deslumbrar a los incautos.

La  verdad es que en el Perú, ya existían grupos con sólida consistencia étnica, supuestamente con categorías sociales, pero, este encuentro casual generará apresurada e infundada categorización, los blancos que eran los españoles con una pureza étnica relativa y que soportó algunas hibridaciones, los criollos que eran hijos de los españoles nacidos en nuestros territorios, los mestizos recurrentes y de los otros, los indios, pueblos nativos y posteriormente soportaremos otras migraciones de negros y los chinos.

Ahora que se cuenta con argumentos de sólida consistencia científica, recién se trata de interpretar nuestros orígenes y la mutación que se ha operado en nuestro aspecto social, se han publicado algunos ensayos unos muy sesgados, otros inconsistentes sin dejar de mencionar que hubieron estudios con muy buena intención, pero les faltó el análisis genético que es lo que define el genoma social y la escultura humana de un grupo social definido que ostenta  una sólida cosmovisión.

Pero, en estas circunstancias no podemos dejar de mencionar que ahora América presenta un  espectro variado en el aspecto genético como consecuencia de la copulación de especímenes provenientes de diferentes latitudes cada uno con su carga genética que propició el mestizaje de todos los pelajes, amén  de  distorsiones  e  hibridaciones.
Ahora América muestra variedad de personajes cada uno con su fenotipo, biotipo y genotipo, como consecuencia de la ocupación forzada por parte de los imperios hegemónicos, de lo cual se deduce que existen hasta cuatro tipos de pueblos a saber: l. Los Pueblos Testimonio, como México y Perú de milenaria data, con sólida consistencia étnica y cultural. 2. Los Pueblos Trasplantados que son inquilinos de nuestras tierras, que vienen con todo su espectro  cultural y la ocupan, esos pueblos son Estados Unidos y Canadá en Norteamérica, y en Sur América Uruguay, Argentina y Chile, que desdeñan a los pueblos originarios, se sienten superiores y en lo referente a su espectro cultural están más ligada a los invasores y se sienten europeos. 3. Los Pueblos Nuevos. Son aquellos que nacen como consecuencia de la riqueza ecológica que ostentan, como el gaucho y el petróleo, donde se convocan varios grupos étnicos de diferentes latitudes e instauran republicas sin identidad como Venezuela y Brasil y 4. Los Pueblos Emergentes. Son aquellos que  están rescatando la cosmovisión  y los fundamentos de los pueblos testimonio, y que renace con fuerza el nuevo proyecto étnico, porque todos los que nos han precedido han sido buenas intenciones, ensayos inconsistentes, seudo  revoluciones, movimientos ególatras  etc., etc. que fue la consecuencia de una promiscuidad genética,  e ideológica  que derivó en la aparición de infinidad concepciones, filosofías, opciones que en vez de integrarnos nos disgregaron con las consecuencias ampliamente conocidas.

Ahora nos concretaremos a analizar lo nuestro, de los antecedentes genéticos y étnicos de nuestros predecesores para saber qué aspectos han incidido en la concepción  de nuestro paisaje humano.

Nosotros los que habitábamos estos territorios hasta antes del descubrimiento y la ocupación por parte del Imperio Español, en nuestra configuración como resultado del rastreo genético efectuado, se deduce que pertenecemos al área del Pacífico, y consecuentemente nuestros cromosomas, el A.D.N. estaba ligado más a la fuerte dosis que nos legaron los neardentales que se extinguieron, y somos el resultado de la recurrencia de los españoles, que después derivó en la infinidad de grupos, pero, sin descartar la influencia de los homo sapiens, ligados al área de África.

La arqueología genética está develando con suma fidelidad nuestros orígenes, primero en lo referente al fenotipo, es imprescindible escanear todos los huaco retratos, y confrontarlos con rayos láser en tercera dimensión para conocer cronológicamente loa secuencia de nuestras facciones, y en los lugares donde no existan esta evidencias,  las momias son valiosos referentes aplicándoles la técnica del relleno facial científicamente concebido para constatar cual ha sido el paisaje humano predominante y la cobertura de las áreas que ocuparon  nuestros ancestros.

La variedad de líneas genéticas que nos traen los españoles, y nos obligan a un mestizaje recurrente, incide en la configuración del  panorama social que estaba compuesto por los blancos, conformados por españoles de todos los pelajes, siguiendo la secuencia se ubican los criollo, conformados por los hijos de los blancos o españoles nacidos en el Perú, luego se derivará en el mestizaje recurrente, o sea el cruce de españoles con nativos o  autóctonos y después soportamos la migración de chinos y negros con su fuerte carga genética, pero, para ,mantener sus privilegios recurren a la discriminación y nos imponen una odiosa escala en lo étnico, primero está el aparente blanco, luego el criollo, después de mestizo de todos los pelajes y pigmentos, y en lo último de la escala lo ubican al indio, despectivamente tratado y que más suena a desprecio y marginación e insulto, con la frase que se oye en las grandes urbes,  indio tenías que ser, basados en  el pigmento.

Pero, para ocupar cargos representativos como consecuencia de los rezagos del colonialismo, para no distorsionar el paisaje político, el personaje tenía que ostentar estatura y pigmento, aduciendo que los nuestros no la tenían, que la talla que mostraban no era la que se precisaba, esto resultó ser un argumento de pura ficción,  y gracias a un documento gráfico tomado en las afueras del Cusco por el fotógrafo Chambi, exhibe un aborigen supuestamente  indio, con una estatura de casi dos metros y era más alto que muchos conquistadores, el pigmento que mostraba era de los nuestros, como consecuencia de la  ecología del entorno, y el cromatismo era más afín a nuestro paisaje humano actual.

Ahora se habla del Perú mestizo, Perú indio, Perú criollo, Perú negro, Perú híbrido, Perú blanco, pero, no se ha tratado de tipificar a cada personaje, en lo referente a su espectro genético, y cuál es el porcentaje de tipo de sangre más predominante, y sumado al A.D.N, son los  que inciden en el paisaje humano, y tenemos que definir cuál es el más representativo y de mayor cobertura, para evitar discriminaciones y xenofobias inconsistentes que ha sido el factor determinante para nuestra disgregación.

Después de las pugnas de reivindicación para rescatar parte de lo que nos conculcaron, se advierte la presencia en el escenario político de un personaje aparentemente el más representativo y peligroso: El Indio Blanco, aquel que se configura de los residuos de ese mestizaje recurrente, que heredó como consecuencia de las pugnas sociales algunos rasgos  y muestra  un aparente pigmento blanco no definido en relación al blanco químicamente puro, si así lo queremos tipificar, que es la herencia material de ese latifundismo despiadado  que configuró el gamonalismo que les dio poder, y sumado a algunos rasgos de  una forzada despigmentación, y aspectos muy sutiles  de las líneas no  bien definidas en la configuración de su escultura humana, que incide especialmente en el fenotipo, no se advierte la afinidad que se precisa con los nuestros, y trataron de marcar distancia con los otros grupos con los cuales ya convivía, secundado por algunos apellidos que se  adosan que les daba aparente prestancia, y marcaron toda una época plena de privilegios en las principales ciudades de la costa y la sierra, y se sintieron dueños el escenario donde vivían y con el derecho se asumir los cargos más emblemáticos del pueblo inclusive cuando asistimos al advenimiento de la república, eran los obligados a representarlos en el parlamento.

Posteriormente la explosión demográfica y la busca de mejores oportunidades generó que la capital Lima, y las principales ciudades  como Arequipa, Trujillo, soporten   la invasión incontenible de miles de peruanos y cada uno  de ellos provenía portando su carga  emotiva de aspiraciones  que después se convirtieron en  frustraciones, y la gran capital quedó convertida en un repositorio  de todas las etnias.

Se instauran las universidades que atraen a todos estos migrantes, y estos centros se convierten en laboratorios sociales liderados por teóricos desclasados huérfanos de sustento étnico y genético, y que estaban camino a la hibridez, saturados de extremada indecisión que devino en la improvisación  y el fracaso, nutridos por filosofías foráneas optaron por jugar a la revolución que nunca asomo ni logró su cometido, y aún siguen jugando con estas experiencias  sin ostentar el fenotipo, biotipo y genotipo que es el fundamento del genoma social que es la columna vertebral de toda reivindicación y que debe ser el sustento de toda revolución.

Pero, para lograrse una autentica interpretación de nuestra realidad social, antes hay que tipificar cuales han sido los aspectos más determinantes, que han precipitado llegar a la situación en que     estamos viviendo, panorama desalentador que ahora nos muestra nuestra cruda  realidad de cuerpo entero.

El perfil que muestran las ciudades es variopinto y complejo, desde los blancos, los criollos, los mestizos, los indios, que precipita  las pugnas intestinas para hacer prevalecer sus derechos, supuestamente los blancos, tienen la primera opción  para gobernar y algunos migrantes y asumen el control político, secundados genéticamente por los criollos, pero, ellos son los que mejor traducen las formas de gobierno, y se ubican estratégicamente en los cargos más representativos  empezando por el presidente, y para  presidir  las demás instituciones.
Ahora pululan en las grandes urbes, blancos, criollos, mestizos, e indios, con alguna que otra excepción de nativos de nuestra floresta, y por el requerimiento de mano de obra, los dueños del Perú admitirán la importación de negros y chinos con calidad de esclavos y en ese mosaico de pigmentos se va iniciando la disque vida republicana. Pero, cuando ven que algunos de los nuestros muestran condiciones excepcionales en todos los campos, fabrican el insulto para minimizarlos y acentuar su desprecio, como serrano, indio, mestizo, pallapao, chuto, sirviente, etc., etc.,  etc., etc.

Pero, nadie trató de describir genéticamente, quién es serrano, quién es indio, quién es el pallapao,  porque presumiblemente los otros ya tiene su estatus definido, pero, para vivir imitando burdamente la vida palaciega requieren de las manos prestadas y toman sus servicios, para distinguirse  les confeccionan atuendos, y comienza las era del mandil con el seudónimo de muchacha, sirvienta, empleada para quitarles su poca autoestima.

Las instituciones que las trasplantan sin ningún reparo, son las universidades y los clubs, éste ultimo de origen  inglés,  los primeros años los centros superiores eran exclusividad de las aparentes clases altas, y para acceder a ellas había que reunir ciertos parámetros, es allí donde se advierte la convergencia de muchos alto andinos y de alguna regiones periféricas de la costa y el oriente, y es en estos centros  donde se empieza a analizar sobre la realidad peruana, pero muy tangencialmente obviando lo sustancial que era el aspecto genético y étnico, y para alternar con cierta suficiencia había que dominar con alguna suficiencia el idioma oficial que nos impusieron el español, y otros idiomas postergando las lenguas nativas, amén de que insisten en que estudie toda la gama de filosofías que estaban en auge en Europa, y emulaban hasta sus revoluciones, amén de las corrientes de arte y literaturas.

Pero, cuando la progresión va en aumento se advierte  que las aulas universitarias se van copando de provincianos con excelentes dones y coeficiente mental de singular valía, y algunos con mejores atributos  que los aparentes dueños de las universidades, pero los postergan y los discriminan,  y para acceder de la catedra,  muy sutilmente aducen que para ello, el fenotipo era requisito preferido aunque no imprescindible.

Y también los clubes son centros exclusivos donde se reúnen gente de posible descendencia de los blancos, alternando con algún despigmentado que se asomaban  muy disimuladamente al perfil de ellos para que en sus reuniones no se advierta demasiada distorsión que era más les preocupaba, pero, para ingresar e ellos había que  reunir ciertos requisitos que eran discriminatorios para los grandes sectores de la población, uno de los más determinantes un buen respaldo económico, apellidos, y un refinado gusto para  cumplir con el protocolo que para estos fines exige  la parafernalia que ellos imponen, imitando burdamente a los salones versallescos, pero muchos que llegaron a la gran urbe no ostentaban los más mínimos requisitos, pero, aspiraban a alternar con esas gentes y respirar esos aromas, para hacer méritos y tratar que los asimilen a esos círculos de privilegio donde se digita la política cultural y social de todo el Perú.
Aquí especialmente en la gran urbe como Lima que se constituye en la Capital de Virreinato por su estratégica ubicación geopolítica, donde convergen todas las etnias, cada una premunida de su A.D.N., su espectro cromosomático y el tipo de sangre que era incompatible con la de los españoles que estaba definido  por su pigmento y su fenotipo  con relación a la nuestra que más incidencia, y afinidad teníamos con algunos rezagos de los neardentales, por las razones expuestas en párrafos anteriores y las evidencias nos demuestran que somos más afines con los orientales y para someternos postergan nuestras lenguas nativas, las prohíben, y nos imponen como idioma oficial el español, sin contexto y con poca cobertura comunitaria, a tal punto que no la asimilamos plenamente, tan es así que no hablamos bien el idioma que nos imponen con la contundencia que era menester, y lo deformamos el quechua y el aymara que eran nuestras lenguas matrices.

Usando como medio oficial el español, comienzan los centros superiores a promocionar todo su arte, especialmente la literatura y nos hacen consentir como el padre de la lengua a Miguel de Cervantes y Saavedra y su obra el Quijote, y se tiene que leer  como si fuera la biblia en  de todos estos territorios, especialmente en los centros superiores para emular en nuestro comportamiento y sugerirnos que entre los personajes de la trama del libro, existe un Sancho como el tipo desvergonzado, y el Quijote la versión más cabal de hombre honesto, y en esa disyuntiva deberá también discurrir nuestro devenir, sin darse cuenta que aquí en nuestro medio sólo tres principios  regían nuestra conducta, el ser honesto, don que no ostentaban los  españoles , no ser ladrones, porque cada uno de los nuestros de acuerdo a su organización social le condecía un territorio  funcional donde no faltaba ni le sobraba más de lo que precisaba, no mentir era el mejor  atributo de nuestros ancestros, y gracias a ese don hicimos la grandeza de nuestro imperio, atributo que no  portaban los españoles  y uno de los primeros actos fue  la traición que soportó Atahualpa que le costó su vida y es cuando comienza la desmembración de nuestro Gran Tahuantinsuyo, con la doctrina de la mentira y el robo que nos aplicaron.

Ahora es claro advertir que ha sido determinante la proyección genética del robo que portaban los conquistadores y los trasmitieron a sus afines que ahora pululan en las esferas del poder y que existen Sanchos de todas las categorías, de los más refinados y de los otros con la presencia de a uno que otro quijote para justificar la excepción de la regla, y hasta el momento que escribo estas letras, en el Perú se ha impuesto la Cultura del Robo, respaldado por un engranaje  jurídico que ampara muy sutilmente este despropósito.

Ni que se diga de la música, postergan nuestros instrumentos, los grandes salones aristocráticos y los conservatorios de música clásica y la parafernalia de su instrumentación le cierran el paso a la quena, flauta de incomparable sonoridad y cobertura que se escucha de un confín a otro que ostenta un hondo mensaje telúrico y étnico, la misma suerte correrá con  la tinya y el tautínco.

Los escritores en ciernes que pululan en las facultades de Filosofía y Letras, y algunos autodidactas adquieren el síndrome de Europa, y tratan de imitar algunas obras que tenían especial relevancia para ese mundo, y tienen que ir a París o Madrid, y vacunarse para ser buenos escritores, y tratar de copiar burdamente la trama de esas realidades para implantarlas en nuestro medio, con el propósito de imitar, tratar de traducir y darle forma literaria a las vivencias de nuestros hermanos que cuando llegan de los sitios más alejados vienen con su carga  emotiva y con una fuerte dosis de aspiraciones que se convierte en lamento y frustración cuando se enfrenta a la gran urbe, por ello su arte pierde su esencia, y es asimilado paulatinamente por las vivencias y lineamientos que ellos ya los han digitado, y adquieren connotación y prestigio describiendo nuestros lamentos y frustraciones, donde la poca alegría que trajeron, se trastoca en mueca de resignación.

Todo lo que manifiesto ha sido interpretado por uno de los escritores más relevantes de la literatura americana el argentino nacido en Bruselas Julio Cortazar, quién arguye que como consecuencia de ese humillante sometimiento por siglos por  parte de los conquistadores, ya  nuestra genética se ha condicionado a ese trato,  que desde el útero de nuestra progenitora nacemos con ese estigma de depresión que lo muestra en sus obras Vallejo, Arguedas y otros que son parte representativa  de nuestro arte en el campo de la literatura,  lo mismo ocurre  con nuestra música y aspectos afines.

Durante más de 200 años hemos soportado experiencias sociales con la participación activa  de blancos, criollos y algunos mestizos, pero éstos lamentablemente no ostentaban el presupuesto de erudición que se precisaba y no los tomaban en cuenta a los que peyorativamente los llamaban indios,  y que eran   los auténticos dueños del Perú.

Cuando se van superando todos los rezagos de la colonia y se trató de ingresar a la vida republicana, es en estas circunstancias  que  se debió restructurar y configurar nuestro genoma social, en función al fenotipo, biotipo y genotipo, para lograr unidad étnica, y postergar definitivamente la odiosa discriminación que aún sobrevive en el discurrir de la vida de la gran urbe, pero, para prolongar sus privilegios, muy sutilmente  instauran una institución de origen inglés, el club, y para pertenecer y ser miembro los requisitos son extremadamente rigurosos, más de forma que de fondo, que ya limitan con la discriminación, pero, como cuando la urbe crece y llegan a la gran capital de sectores periféricos y otras regiones del país personajes  que si bien es cierto no ostentan el fenotipo de los dueños del club, pero, en compensación a esa aparente desventaja poseen talento que no lo ostentan y que les conviene asimilarlos, lo admiten con cierta reticencia, pero cuando la progresión va en aumenta, fomentan la fundación de clubs departamentales, unos con conciencia de clase, otros por convicción y la gran mayoría por conveniencia, y aparecen  como hongos clubes departamentales, provinciales, distritales, y oriundos de diferentes regiones fundan estas instituciones y cada viernes y sábado y las fiestas patronales, para evocar el terruño, y festejar aparentes triunfos, y menguar algunas frustraciones, que derivan en nostalgia y a veces en depresión, cada reunión al son de la música muy provinciana, y que desborda en muchos casos en actos poco decorosos, y la gran urbe queda convertida en una miscelánea de personajes desde el más aparentemente emblemático hasta el más desafortunado,  y la urbe se convierte en un muro de lamentos, y lo que Miguel de Cervantes clasificó muy tangencialmente el comportamiento  de Quijotes y Sanchos, ahora la gama de matices es  de gran variedad, y que lamentablemente tienen que convivir.

Y la gran urbe se convierten en un laboratorio genético donde la recurrencia toma parte activa, y donde las apariencias jugaran  papel decisivo y determinante  para la configuración del genoma social de las generaciones que se procrearan en los diferentes centros donde hay  gran congestión  humana.

Como consecuencia de las invasiones, conquistas, migraciones voluntarias y de las otras, y de las  recurrencias fortuitas que se han producido han generado serias distorsiones en el espectro genético  que ha incidido en su composición y en su configuración, razón por la que se  advierte variedad de fenotipos que es la consecuencia lógica de la incontrolable promiscuidad que ha alterado el mapa del A.D.N. y el aspecto cromosomático y ahora el paisaje humano que observamos es complejo y variado.

Es el momento que las ciencias afines  al estudio  del hombre y todo su devenir sincronicen los elementos diagnósticos en especial la arqueología genética, para develar y definir el origen de nuestros  ancestros, penetrando a los huesos rescatados de antiguos cementerios y que han conservado el A.D.N. y aspectos afines que son los que definen el fenotipo,  biotipo, y genotipo que es parte sustancial para configurar el paisaje humano que es el factor decisivo para mantener los vínculos del genoma social, que es determinante para la integración de la etnia, y gracias a este factor los pueblos que han mantenido estas características de su genoma social tienen un futuro digno de ser emulado, como es el caso concreto de los chinos que mantienen casi intactas sus características ancestrales y cuando se trata de elegir a sus representantes estos recaen en los personajes que tienen el fenotipo,  nombres y apellidos afines y no como ocurre en otras latitudes donde se eligen por azar u otras circunstancias, y son representados por personajes que no reúnen en lo más mínimo su afinidad genética y que distorsionan y contrasta el paisaje humano.

En estas circunstancias cual es la realidad que advertimos en nuestro querido Perú que es muy peculiar, para saber quiénes  deciden nuestro destino, y cual es el personaje que ha tomado parte activa en  lograr el espectro político que hoy ostenta nuestra patria y que genéticamente no es el más representativo, ese personaje es el “Indio Blanco”, que genéticamente no está definido, debido a que tiene el pigmento claro, pero no es blanco, ni criollo, es aquel mestizo que tiene algunos rasgos que se acercan al fenotipo del blanco, y difieren aparentemente más con las del  indio, es un hibrido que pulula en las esferas del poder, es ambiguo cuando se trata de definiciones étnicas, es adulón del blanco, displicente con el mestizo, y discrimina al auténtico indio, pero, lamentablemente coopera con los que digitan la política en los momentos más determinantes cuando se tiene que tomar decisiones se inclina y favorece a esa gente de poder que no lo asimila, pero hábilmente lo utiliza, tomando distancia, y le permite que siga disfrutando de esos privilegios del poder, los tienen codificados y  tipificados de comodines, está a la espera de su turno para que sea colocado en el lugar que ellos disponen en ese  engranaje del poder, es un improvisado, pese a eso lo toman en cuenta  para que no se detenga el estado en su marcha inexorable, es ese blanco peligroso que aún sigue conviviendo y que contrasta con el paisaje humano de la mayoría de peruanos, pero, también hay otros bien intencionados que son la excepción de la regla, a esta legión de incondicionales se suman los migrantes y sus descendientes que con falsa  e inexplicable apariencia y que con sentido discriminación no admiten compartir los mismos privilegios con el indio blanco, ni muchos menos con el mestizo peor aún con el despectivamente llamado indio, marcando muy sutilmente una distancia prudente.

Sería de vital importancia que los genetistas nos manifiesten en el Perú quién es blanco, quién es criollo, quién es mestizo y quién es indio, y escrutarlo para conocer su mapa genético de cada persona, para definirnos de una buena vez, y acabar con este mito que lo arrastramos desde hace siglos.

Toda esa miscelánea de rostros de variados fenotipos, pululan en la gran capital, donde el fervor social en la que viven inmersos ha generado infinidad de personajes, amén de los ya descritos se han sumado otros, pero de origen andino, el vivo, el sonso vivo y el sonso, y en esa ruleta de comportamientos discurre la vida de la urbe donde también se suman los migrantes que llegaron como esclavos y cada cual ostenta su fenotipo definido, que no se resignan a ocupar el último lugar de esa odiosa escala social que ya está reservada para el indio, actitud que engendra la discriminación en la cual vivimos inmersos, sin que ningún antropólogo cultural o genetista asuma su legítima defensa para devolverle sus legítimos derechos que prepotentemente se les han conculcado.

Y cuando hay que elegir a nuestros representantes se advierte una pugna de fenotipos, y algunos desclasados emergentes recurren a la cirugía plástica para acercarse a las facciones de los nuestros que la imagen que la televisión los promueve para lograr su elección, pero el atributo que debe reunir y que lamentablemente no se realiza es la cirugía del alma  para lograr un personaje que se precisa, que no sea ni sancho ni Quijote, que sea honesto, principio moral que es lo que debieran ostentar los representantes de una etnia y que concuerde con el paisaje humano de su comunidad.

Sería conveniente reordenar nuestra genética, tarea compleja pero no imposible, pese a la actitud recurrente del hombre, en parte se está logrando y en las grandes urbes nos muestran cifras elocuentes, y que hasta no ha mucho los falsos teóricos no lograron interpretarla, y la  sangre está aportando su cuota decisiva y debe ser el factor de nuestra unificación, para ello se está recurriendo al tipo de sangre que nos arroja cifras reveladoras, el 98 % de los habitantes de Puno tienen sangre O positivo, en Arequipa el 95 % tienen el mismo tipo, en la gran capital Lima, según las estadísticas manifiestan los entendido que el 68% de las gentes que pululan en la gran urbe tiene sangre proveniente del mundo andino, que está incidiendo en lograr nuestro fenotipo para un perfil más definido para  mostrar en el futuro el paisaje humano sin tanta distorsión como se advierte en los malasios, los coreanos, los chinos, los hindúes,  los árabes,  los griegos, los rusos, etc.,  etc., porque hasta el momento no tenemos un fenotipo definido que nos identifique a los peruanos.

El pigmento, el fenotipo y la sangre son factores determinantes para una autentica integración de los pueblos y continentes, estos aspectos están por encima de filosofías, doctrinas, corrientes sociales y políticas, amén de credos, y la predominancia de estos elementos deben ser el sustento para configurar la nación, patria, estado, república o lo que fuere y que se ubiquen  en el territorio que ocuparon sus ancestros que legítimamente les pertenece por el sustento genético y étnico que aún ostentan.

El mapa del Perú étnico es variado, pero, que no ostenta los porcentajes de representatividad y de cobertura de acuerdo al tipo de sangre y al fenotipo, genotipo, y biotipo, y por un despropósito increíble  quienes digitan nuestra política no son los más sino los menos,  que difieren en los aspectos antes enunciados, y cuando se trata de implantar un remedo de democracia, lo que prima son los intereses de grupos de poder que pese a la crisis tratan de mantener su genética para dominar el mundo, postergando los derechos de todos los que lo ostentan y se han agrupado y han conformado pequeños grupos excesivamente elitistas y que la tecnología les ha dotado de armas para dominar el mundo, a tal punto que algunos son intocables, que lamentablemente  son los menos perjudicando a los más, esto es posible por no estar ubicados en el sector del genoma social de mayor cobertura que les corresponde y que debe regir los destinos que la comunidad precisa para lograr una aparente paz social que genere el progreso que precisamos, y de esa manera evitar las ingentes malversaciones de capital humano y del otro, tratando de instaurar instituciones con la finalidad de unificar todas las  etnias sin el éxito que aspiran, porque hay aspectos que la voluntad humana y las mejores doctrinas y todas las buenas intenciones no las podrá superar, y en lo referente al pigmento y el fenotipo, biotipo, genotipo que inciden en la configuración de nuestra escultura, que es única e irrepetible, a la cual se le debe merecer el mejor de los respetos, amén que deben ser intocados, y con estos argumentos no deben ser discriminados.

Felizmente para conocer todo lo referente al genoma humano donde reside la causa de todos los conflictos, en pleno Siglo XXI se está recurriendo a la tecnología de punta donde ya se tiene codificado gran parte de los últimos adelantos en un banco de datos, y basta recurrir a los centros donde se han implementado laboratorios de alta definición y gran resolución, y tan  sólo con una gota de sangre que rebase el vaso, será más que suficiente para saber cuáles son sus orígenes, las causas que define su comportamiento, y nos indicará que porcentaje de neardental o homo sapiens o denisovanos ha incidido en la con figuración que ostenta cada individuo  que  ha definido y define nuestra escultura, amén de que los astros también han puesto sus cuota determinante que influye en su comportamiento.

Y en este devenir, si no ocurre el apocalipsis que ya está previsto, uno con su ficha en la mano podrá decidir su futuro genético, siempre que sea compatible con la persona elegida para procrear y prolongar su existencia, disminuyendo los riesgos, y recurriendo a la sincronización de los datos que proporciona el banco se establecerá la compatibilidad  de la sangre, para postergar  la incidencia de males hereditarios, y todo aquello que el genetista pueda deducir gracias a la sinergia del que está premunido.

No podemos descartar el aspecto astronómico y la ubicación de los planetas en el momento de la concepción que incidirá en el nuevo ser que vendrá al mundo, lo que falta es  establecer la definición del sexo, que estamos seguros pronto se sabrá, en lo referente a su signo zodiacal que tiene que ver con su temperamento, y que muy tangencialmente se trató de  interpretar con en el horóscopo.  

Pareciera que el instinto perfecto del  que está dotado el animal, ha sido determinante para conservar su genoma, no siendo así con los humanos que la recurrencia y su aparente inteligencia no contribuyo y primó el aspecto sexual que definió en gran parte la clamorosa distorsión del genoma humano.

Lo que arguyo es fácil comprobarlo, nos bastaría invitar a todos los animales más emblemáticos de nuestro entorno, a un desfile del fin de mundo, el paisaje animal superará ampliamente al paisaje humano.
Ningún ejemplar de las cebras mostraran uno que se pase de una raya más en su configuración, esto nos hace consentir que el paisaje de los  burros es diferente pese a tener casi el mismo perfil, y lo aleja del caballo que ostenta una anatomía bien dispuesta y proporcional, ni que se diga del león con referencia al puma ensamblados para cada latitud, y así seguiríamos enumerando más delegaciones de animales, sin soslayar a las aves y los peces y su gran variedad, pero, el contraste clamoroso sería cuando les toque desfilar cerrando filas a los humanos.
Lo más lógica será ubicarlos sin ningún sentido de discriminación, dispondremos que el primer pabellón para verlos desfilar lo ocupen los blancos respaldados genéticamente por su  fenotipo, biotipo y genotipo, pese a su afinidad se advierten algunos aspectos que los identifican  unos de otros que derivaran en las supuestas nacionalidades, después los ubicaremos a los amarillos por el espectro de su genética, sin dejar de escrutar las variedades de tonos y fisonomías, luego colocaremos a los hindúes, y sus posibles variantes, en el siguiente pabellón los ubicaremos a los negros y su infinidad de variantes, de quienes se les aduce que son la semilla del hombre, porque su área de acción ha sido el África y donde se presume nació el primer hombre, y el último pabellón sería ocupado por todos los híbridos de todos los pelajes.

Ahora no preguntamos donde nos ubicamos los grupos minoritarios, especialmente algunos de Sudamérica que han soportado tanta promiscuidad y discriminación especialmente el Perú. Es el momento que genéticamente debemos definirnos y enrolarnos al grupo más afín y  es el de los asiáticos, pese a quién le pesare.

Ya se vienen las guerras étnicas, y esto lo estamos advirtiendo en las grandes urbes, donde está renaciendo la xenofobia y discriminación tomando como pretexto el pigmento y quienes tienen la mejor opción para sacar mejor ventaja son lo que tienen  unidad étnica, pero lo más determinante y que definirá el destino de la humanidad será la población ahora estamos soportando una explosión incontrolable que propiciara la invasión de pueblos y continentes tomando como pretexto la ley del espacio vital, para lo cual debemos estar preparados, teniendo en cuenta que cada año aumenta la población en más 130 millones de habitantes, y los futuros dueños del planeta serán los que más población y ostenten unidad genética y étnica.

Ud. Ya conoce su mapa genético, a lo mejor tiene un pariente negro que está lejos, u otro  pariente blanco que está cerca.

Este artículo es mi opinión muy personal, estoy a la espera que otros que dominan su especialidad puedan aportar con su opinión.

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