Escribe: Manuel
Huanqui Hurtado
Para
completar este circuito de ironías que ocurren en nuestro querido Perú, cuando
en alguna oportunidad llegan a la Facultad de Letras, donde están instalados
los pabellones de idiomas, nuestras discriminación y marginación académica que
se advierte en la distribución de ambientes, es risible, uno observaba con
asombro que los que estaban bien acondicionados, eran: el Pabellón del idioma Inglés,
el Pabellón de Francés, el Pabellón de Italiano, etc., y cuando uno por
curiosidad pregunta, o cuando llega un extranjero que investiga nuestras
lenguas, e indaga dónde está el Pabellón de la lengua Quechua y Aymara, primero
se sorprenden, y después los derivan y les refieren con displicencia, que
debajo de las gradas hay una barraca, un ambiente poco decoroso, donde lo atenderá
un personaje folclórico, que le dará referencias sobre los dialectos y lengua aborígenes.
Ojala que esta actitud se haya superado.