miércoles, 12 de abril de 2017

La arqueología, estratigrafía y paleoclima


Escribe Manuel Huanqui Hurtado
Doctor en Arqueología

La aventura del hombre sobre la faz de la tierra constituye un instante casi imperceptible de todo el devenir de nuestro planeta, que calculados con métodos radiactivos que no admiten duda  le asignan una antigüedad  que sobrepasa los 4,500 millones de años.

En el Siglo XXI, gracias a la sincronización de todas las evidencias materiales recuperadas de diferentes yacimientos geológicos que la erosión y la remoción a los que hay que añadir  algunos eventos terráqueos como consecuencia de los movimientos de precesión, rotación, inclinación, desplazamiento geomagnéticos pusieron al descubierto algunas evidencias materiales, donde la casualidad tomó parte activa que posibilitó su recuperación y constituye un porcentaje considerable, y otro porcentaje ínfimo que el hombre con intención científica ha rescatado, y la suma total de ambas evidencias materiales, representan valiosos elementos diagnósticos que sincronizados con especial sinergia constituyen el espectro más claro y contundente de todo su devenir, las mismas que son irrefutables, por tratarse de  fuentes materiales que han mantenido y mantienen por milenos sus características y son imposibles de ser adulteradas, a los que hay que agregar la mutación radioactiva.

Felizmente el siglo que empezamos, ha postergado definitivamente el obcecado dogmatismo, y los ensayos poco coherentes a los que estábamos acostumbrados y a los que han recurrido los estudiosos para tratar de interpretar la actitud que han asumido  los que nos han precedido para lograr el perfil que se acerque con mayor fidelidad  a la más auténtica trama del pasado, pero, en ellos se advierte clamorosas distorsiones que felizmente  que están siendo enmendadas.

Aún pululan en nuestras mentes varios enigmas que desde siempre ha inquietado e inquietan al hombre, y son los referentes al origen del tiempo, de la vida y otros que ya emergen con inusitada contundencia.

Nadie se imaginó que en el límite de ese cielo azul que ostenta un equilibrado cromatismo, que era y es inofensivo a las retinas de los ojos  más sensibles de los hombres que conviven con nosotros, existían otros mundos con otros cielos y otras vivencias en permanente trance de mutación, y que algunos están empezando su devenir, y otros están en pleno desarrollo, y otros ya están en su agonía y extinción para convertirse en polvo de estrellas como ocurrirá con nuestra tierra después que cumpla su ciclo irremediablemente y que nadie lo impedirá.  

Ahora sabemos que encima de este aparente cielo, existen eones de millones de millones de planetas semejantes al nuestro a millones de años luz, y que el cosmos tan generoso para satisfacer el ego de algunos hombres ambiciosos, podría distribuir y obsequiarles un planeta para cada habitante para ver que hace con él y todavía sobrarían planetas, para muchas generaciones más.

Por todos los aportes concebidos y escrutados con la seriedad y sobriedad científica que se precisa, y con la decidida participación  de  todos los hombres de todos los tiempos y pigmentos, se está interpretando el pasado desde sus inicios hasta nuestros días, ya se está logrando sincronizar todos los elementos diagnósticos, ahora tenemos el perfil con una trasparencia que no admite duda  de lo que realmente ha ocurrido en nuestra tierra.

Hay algunas  disciplinas que hasta no  ha mucho tenían plena vigencia, y el cambio  de siglo las ha puesto al descubierto  porque están desfasadas  y no  concuerdan con el siglo en que vivimos.

Ahora las ciencias que toman parte activa en desvelar nuestros orígenes son la astronomía y toda su parafernalia tecnológica, consistente en observatorios a los que les han adosado  telescopios de  alta resolución, definición y precisión que hurgan las profundidades del universo, que es tan inconmensurable que no terminan de escrutarlo, faltandoles aún millones de años luz por espiarlos,  el año de 2021 en el desierto de Atacama terminaran de  instalar un telescopio a 5,600 metros de altura bautizado como ALMA (Atacama Larger Millimeter/ submillimeter Arvay) gracias a este aporte que complementará  los anteriores instalados, con esto nuevo telescopio será posible captar ecos del Bing Bang. Este diseño óptico permitirá la llegada  de la luz en forma de ondas milimétricas y submilimétricas al espejo primario, que ostenta, estas luego se  reflectan en el espejo secundario para terminar siendo captadas por miles de  receptores que permitirán su análisis, cuyo objetivo es la observación de  círculos de galaxias, materia oscura, radiación del fondo del universo entre otros, también será posible mapear objetos en áreas externas del cielo, de ese cielo que hasta no ha  mucho  permanecía intocado, esta penetración a la morada de los  dioses supuestamente no los incomodara, los beneficiará.  

La genética y todas sus ramas, la bio-astronomía, la antropología, la paleontología, la metafísica, la arqueología, la geocronología, el geomagnetismo, el paleoclima, la estratigrafía, y para ubicar evidencias materiales de los subsuelos, recurren a barridos con rayos láser  en tercera dimensión, espectrómetros de todas las coberturas, et., etc., etc., y para sincronizar todas estas evidencias con especial sinergia recurren a científicos del más alto nivel, que cuentan con codificadores de alta resolución y precisión para sincronizarlos y tratar de interpretar la verdadera trama del pasado y postergar definitivamente la improvisación y el dogmatismo, y los ensayos intrascendentes que tanto daño han causado a las generaciones que  nos han precedido.

Ya tenemos las primeras referencias del tiempo,  uno de los enigmas que nos inquietan,  y  el hombre recurriendo a su gran sentido  común al que le ha adosado invaluables aportes, para dividir las etapas del tiempo y su lógica y funcional cobertura, han colegido que existen varias, pero las más emblemáticas son las siguientes:

1.- El Tiempo Astronómico, que se mide por años luz.

2.- El Tiempo Geológico que se mide por eras, de millones de años y que son cuatro: primaria, secundaria, terciaria y cuaternaria, cada una con una cobertura definida, y que nosotros estamos viviendo en la última.

3.- El Tiempo Arqueológico, que se mide por miles de años.

4.-El Tiempo histórico, que se mide por siglos, y nosotros estamos viviendo aparentemente el Siglo XXI.

Cada era ostenta una secuencia irrefutable, donde han quedado aprisionadas  por el discurrir del tiempo todas las evidencias materiales, y cada estrato de acuerdo a su espesor define la mayor o menor cobertura de tiempo, y han quedado aprisionadas por los siglos  donde yace  el tiempo endurecido, los restos petrificados de su flora y fauna y tácitamente nos refieren el clima que imperó y las causas que precipitaron su extinción, o mutación para  dar paso a la nueva era, donde se advierten  otros elementos diagnósticos de acuerdo a la evolución que les adosa otras características, pero, la aparente calma en la que pareciera estamos viviendo, ha sido precedida por grandes eclosiones, terremotos, reversiones orográficas y las evidencias materiales que nos refieren de lo que hoy constituyen las orografías más prominentes  antes  eran fondo de los mares, en algunos quebradas profundas se advierte nítidamente fracturas de continentes como el caso de Pangea que era uno sólo, y ahora se ha diversificado en varios y su composición geológica ha posibilitado los nexos que años ha eran parte del mismo, a los que hay que sumar permanentes erupciones, corrientes de aire, cambios de clima, impacto de meteoros de diversos tamaños, unos imperceptibles e insignificantes y otros descomunales, como el que extinguió a los dinosaurios,  hace 65 millones de años, etc., etc.

En toda circunstancia  ha tomado parte activa la ingeniería genética, que con perfección inimaginable ha concebido cada espécimen para que pueda adosarle la cobertura que propicia la evolución y para proyectarle la proyección de su anatomía para cada estrato, y cada hueso por más insignificante que este  sea tiene la proporción  debida de cualquier parte del cuerpo y gracias a esta referencia se puede reconstruir todo el esqueleto.

Y los grandes centros de investigación, cada día rescatan osamentas petrificadas  de los diferentes estratos y están armando ese rompecabezas de la flora y fauna de hace millones de años, será muy difícil a lo mejor imposible reconstruir el espectro de todo lo que nos ha precedido, pero está incidiendo en los más recientes y  de los estratos casi superficiales donde yacen y están almacenados como pequeñas cajas fuertes lo referente a los homínidos y nuestros ancestros, como consecuencia lógica de la evolución, especialmente de los cambios que han ocurrido en el cerebro humano, y su anatomía que es donde yace la esencia de los mecanismos que conciben la intención del hombre de todos los tiempos y pigmentos.

El Paleoclima guarda celosamente las características de los tiempos que no han precedido, y aprisionados en cada estrato que asemeja una bolsa donde se guardan todas las evidencias que constituyen los elementos diagnósticos y las características que han posibilitado la vida para la flora y fauna, remarcando que están tipificadas, y se puede establecer las causas de su extinción.

El movimiento del geomagnetismo, es la reversión de los polos del norte a sur en 730,000 años y la reversión completa se deduce que son 1´460,000 años, pero, con fines didácticos   vamos a redondear  la cifra en 1´500,000 años, y como la tierra tiene 4,500 millones de años, y recurrimos a la comparación  que  semeje la esfera de la tierra a la  un reloj, con una simple división podemos colegir que desde los orígenes de nuestro planeta se han registrado 3,000 vueltas o reversiones completas, que han generado todo el perfil y la orografía que ostenta, y lógicamente deducimos que cada hora equivale aproximadamente a 125,000 años, cada minuto a 2,083 años y cada segundo a 35 años, esto se ha deducido  gracias a la estratigrafía, debido a que cada vez que se registran lluvias torrenciales, las aguas arrastran partículas magnéticas que siguen vibrando orientadas al norte magnético, pero cuando llegan a una superficie plana se quedan estancadas y se secan orientadas hacia el norte del reloj magnético  que sigue su marcha inexorable, vendrán otras lluvias en períodos  definidos y volverá a repetirse este fenómeno, pero, como se ha operado el desplazamiento del reloj magnético en segundos, minutos, y horas  las partículas quedan paralizadas en el instante cuando se seca el lodazal con la variación que define el desplazamiento, y seguirá rotando así sucesivamente que va completando la circunferencia y los estratos son referentes e indicadores de 1’500,000 de años transcurridos, y cada estrato es la sucesión de esas evidencias traducidas en segundos, minutos, horas y años etc.

Claro que también inciden otros flujos del universo, especialmente el movimiento de precesión que consiste en la regulación del movimiento de rotación que se amplía o se reduce durante millones años, debido a que se tienen registradas esas ocurrencias y ha quedado perennizado que hace millones de años la cobertura del año era de 400 días y esto  incidía en la duración de las horas del día y en el número de meses, para que modernamente lo adecuemos al calendario Gregoriano que nos imponen los occidentales, y que tiene una cobertura para medir el año con un margen de error de 6 horas, y cada cuatro años le agredan un día y lo denomina año bisiesto, grueso error, las antiguas civilizaciones medían el tiempo con extraordinaria aproximación, la cultura egipcia registra en sus cifras un mínimo margen de error, la cultura Maya que ha sido observada por dos arqueólogos norteamericanos durante 45 años ha llegado a la conclusión que en la medición del año, han tenido un margen de error de dos segundos al año, y recurriendo a la  incidencia de otros flujos lo han reducido a un  segundo en periodos de 126,000 años ( Una hora del desplazamiento magnético) y con una proyección para una cobertura de 1´000,000 años, merece mención especial la Cultura Andina, que ha sido eminentemente astral, (Panteísta) que en la medición del año ha sido la más exacta y sin margen de error, gracias a la ubicación estratégica de monitores, intihuatanas, y ventanas del tiempo que ha manera  de G.P.S, les referían con extraordinaria precisión la marcha del sol y su retorno al aparente punto de partida el 21 de junio, pero,  debe oscilar entre 20 y 24 del mismo mes, por las distorsiones que se presentan.

Todo lo que manifiesto no es especulación intrascendente es verdad científica irrefutable, ustedes deben recordar  que el año  2,015  ojalá que mi memoria no me falle, salió una publicación en los diarios de circulación nacional, era una nota en una proporción ínfima casi imperceptible, en comparación a la proporción que ostentan otras notas y en especial los avisos económicos, esa referencia era que nos informaban  que en  el calendario que nos rige, se iba a agregar un segundo al tiempo de nuestro discurrir con la intención de corregir algunas distorsiones  del movimiento de precesión, eso ocurrió de acuerdo a la sincronización emitida por los grandes observatorios,  el día 30 de Junio,  esta cobertura que se advierte en cada segundo, minutos, horas, días, meses y años durante millones de años dan origen a los siglos y milenios, y de la ampliación o reducción del movimiento de precesión es el que incide en los otros movimientos.

Es por ello que no podemos medir la distancia al sol con una regla doméstica, de escuelita de pueblo, tiene que recurrirse a los años luz, y las especulaciones manifiestan que un planeta descubierto no ha mucho que ostenta las  mismas características que nuestra tierra, está a 29 años luz  de nosotros, teniendo conocimiento que en cada segundo la luz recorre 300,000 kilómetros, es por ello que los rayos de sol demoran más de 8 minutos  en llegarnos y poder disfrutar de sus destellos.

Este reloj sigue su marcha inexorablemente, pero, sólo los que toman conciencia son los científicos de alto nivel y lo proyectan para la geopolítica del Siglo XXI, mientras que nuestros representantes que fungen de autoridades  que no tienen el más mínimo sentido común y están dotados de escaso presupuesto de erudición para encarar los problemas que aquejan a sus pueblos y toman decisiones por demás   aberrantes.

Y los calendarios de los desastres están a la vuelta de la esquina, en China aproximadamente cada  tres segundos del reloj magnético o sea cada 75  años se registran grandes inundaciones, las hubo en l998 les costó para recuperarse  26,000 millones de dólares, pero, tuvieron la precaución de construir la represa de Yantsee en las tres gargantas, con la finalidad de regular futuras inundaciones que les costó 28,000 millones de dólares que ya está en funcionamiento y por 2,000 millones más casi igualan el presupuesto de la construcción de la represa y que en el futuro  ahorraran esas sumas, en un período de 75 años, si es que la imprudencia del hombre no altera o distorsiona la marcha del reloj, pero han sido beneficiados con la producción de 14’500,000.000 de kilowatts, ahora constituye la represa más grande del mundo, y evitará que se mueran de sed 400 millones de chinos, casi toda la población de América del Sur, y tendrán más electricidad para vender en baterías al mundo, y  para aplicar  en el futuro la ley del espacio vital y ser los  dueños del planeta, tan así  que para lograr un capital humano digno de su genoma social, les están permitiendo tener dos hijos y no uno que antes estaba sancionado.

En Honduras quienes construyeron  las pirámides de Copán,  que colapsó por una hecatombe ecológica o cambio de clima y tuvieron que emigrar hace mil años, y esto ocurrió en medio minuto del reloj magnético, En Egipto antes era un valle ubérrimo, cambio el clima y hoy es un desierto y gracias al Nilo y la represa del Hassuan han recuperado su prosperidad, falta sincronizar con el reloj magnético, estas ocurrencias para establecer su cronología.

En Arequipa, hace miles de años era de ubérrima vegetación, prueba elocuente son los musgos y los helechos petrificados y aprisionados en los estratos que se rescatan en las lajas de Yura, y otra prueba elocuente son los andenes de Churajón, que precisaban de lluvias abundantes y hoy se mueren sed, por la ausencia de las mismas por el cambio climático producto de la marcha del reloj magnético.

En el sur del Perú, el 28 Febrero del año 1,600,  se registró la erupción  del volcán Huaynaputina en Moquegua y cubrió de cenizas toda  la región, y sus restos llegaron hasta Panamá y Costa Rica, se oscureció el cielo durante 15 días, este elemento diagnóstico es un referente valioso, para tipificar que los restos que se encuentren encima de las cenizas pertenecen  o son después de 1,600 y los que están debajo anterior a esa fecha, estos elementos diagnósticos no se sincronizan debidamente para lograr una cronología real de la región, sólo se toman como una mera referencia y se exponen con fines turísticos.

En el perfil de la Cultura Andina, cada minuto magnético, o sea cada 2,000 años gozaron de un clima propicio  para el desarrollo  de los horizontes  tales como  Caral,  Chavín, Tiahuanaco e Inca.

Porque está probado que los únicos factores que inciden en la desaparición de las culturas, no son las guerras ni las pestes, sino los cambios de clima y la excesiva depredación.

En  Chile cada segundo magnético se advierten la presencias de sequías o sea cada 30 años, etc., etc. En Arequipa cada segundo se registran movimientos telúricos de gran intensidad, etc., etc.

En nuestra ceja de selva existen más de 100 ciudades precolombinas cubiertas de maleza, y es la consecuencia del desplazamiento magnético, tales como Machupicchu, Choquequirao, Vilcabamba, Paytiti, Pantiacolla, Kuelap, el Gran Pajaten, etc., etc.  

Manuel Huanqui Hurtado. Doctor en Arqueología.

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