Escribe Manuel
Huanqui Hurtado
Doctor en
Arqueología
La
aventura del hombre sobre la faz de la tierra constituye un instante casi
imperceptible de todo el devenir de nuestro planeta, que calculados con métodos
radiactivos que no admiten duda le
asignan una antigüedad que sobrepasa los
4,500 millones de años.
En
el Siglo XXI, gracias a la sincronización de todas las evidencias materiales
recuperadas de diferentes yacimientos geológicos que la erosión y la remoción a
los que hay que añadir algunos eventos
terráqueos como consecuencia de los movimientos de precesión, rotación,
inclinación, desplazamiento geomagnéticos pusieron al descubierto algunas
evidencias materiales, donde la casualidad tomó parte activa que posibilitó su
recuperación y constituye un porcentaje considerable, y otro porcentaje ínfimo
que el hombre con intención científica ha rescatado, y la suma total de ambas evidencias materiales,
representan valiosos elementos diagnósticos que sincronizados con especial
sinergia constituyen el espectro más claro y contundente de todo su devenir,
las mismas que son irrefutables, por tratarse de fuentes materiales que han mantenido y
mantienen por milenos sus características y son imposibles de ser adulteradas,
a los que hay que agregar la mutación radioactiva.
Felizmente
el siglo que empezamos, ha postergado definitivamente el obcecado dogmatismo, y
los ensayos poco coherentes a los que estábamos acostumbrados y a los que han recurrido los estudiosos para
tratar de interpretar la actitud que han asumido los que nos han precedido
para lograr el perfil que se
acerque con mayor fidelidad a la más auténtica trama del pasado, pero, en ellos se advierte clamorosas distorsiones que felizmente que están siendo enmendadas.
Aún
pululan en nuestras mentes varios enigmas que desde siempre ha inquietado e inquietan al hombre,
y son los referentes al origen del tiempo, de la vida y otros que ya emergen
con inusitada contundencia.
Nadie
se imaginó que en el límite de ese cielo azul que ostenta un equilibrado
cromatismo, que era y es inofensivo a las retinas de los ojos más sensibles de los hombres que conviven con
nosotros, existían otros mundos con otros cielos y otras vivencias en permanente trance de mutación, y que algunos están empezando su devenir, y otros están en pleno desarrollo, y otros ya
están en su agonía y extinción para convertirse en polvo de estrellas como
ocurrirá con nuestra tierra después que cumpla su ciclo irremediablemente y que
nadie lo impedirá.
Ahora
sabemos que encima de este aparente cielo, existen eones de millones de
millones de planetas semejantes al nuestro a millones de años luz, y que el
cosmos tan generoso para satisfacer el ego de algunos hombres ambiciosos, podría
distribuir y obsequiarles un planeta para cada habitante para ver que hace con
él y todavía sobrarían planetas, para muchas generaciones más.
Por
todos los aportes concebidos y escrutados con la seriedad y sobriedad
científica que se precisa, y con la
decidida participación de todos los hombres de todos los tiempos y
pigmentos, se está interpretando el pasado desde sus inicios hasta nuestros
días, ya se está logrando sincronizar
todos los elementos diagnósticos, ahora tenemos el perfil con una trasparencia
que no admite duda de lo que realmente
ha ocurrido en nuestra tierra.
Hay
algunas disciplinas que hasta no ha mucho tenían plena vigencia, y el
cambio de siglo las ha puesto al
descubierto porque están desfasadas y no
concuerdan con el siglo en que vivimos.
Ahora
las ciencias que toman parte activa en desvelar nuestros orígenes son la
astronomía y toda su parafernalia tecnológica, consistente en observatorios a
los que les han adosado telescopios
de alta resolución, definición y
precisión que hurgan las profundidades del universo, que es tan inconmensurable
que no terminan de escrutarlo, faltandoles aún millones de años luz por
espiarlos, el año de 2021 en el desierto
de Atacama terminaran de instalar un telescopio a 5,600 metros de
altura bautizado como ALMA (Atacama Larger Millimeter/ submillimeter Arvay) gracias
a este aporte que complementará los
anteriores instalados, con esto nuevo telescopio será posible captar ecos del
Bing Bang. Este diseño óptico permitirá la llegada de la luz en forma de ondas milimétricas y submilimétricas al espejo primario, que ostenta, estas luego se reflectan en el espejo secundario para
terminar siendo captadas por miles de
receptores que permitirán su análisis, cuyo objetivo es la observación
de círculos de galaxias, materia oscura,
radiación del fondo del universo entre otros, también será posible mapear
objetos en áreas externas del cielo, de ese cielo que hasta no ha mucho
permanecía intocado, esta penetración a la morada de los dioses supuestamente no los incomodara, los
beneficiará.
La
genética y todas sus ramas, la bio-astronomía, la antropología, la paleontología, la metafísica, la arqueología, la geocronología,
el geomagnetismo, el paleoclima, la estratigrafía, y para ubicar evidencias
materiales de los subsuelos, recurren a barridos con rayos láser en tercera dimensión, espectrómetros de todas las coberturas, et., etc., etc., y
para sincronizar todas estas evidencias con especial sinergia recurren a
científicos del más alto nivel, que cuentan con codificadores de alta resolución y precisión para sincronizarlos y
tratar de interpretar la verdadera trama del pasado y postergar definitivamente la improvisación y el
dogmatismo, y los ensayos intrascendentes que tanto daño han causado a las
generaciones que nos han precedido.
Ya
tenemos las primeras referencias del tiempo,
uno de los enigmas que nos inquietan,
y el hombre recurriendo a su gran
sentido común al que le ha adosado
invaluables aportes, para dividir las etapas del tiempo y su lógica y funcional
cobertura, han colegido que existen varias, pero las más emblemáticas son las siguientes:
1.-
El Tiempo Astronómico, que se mide por años luz.
2.-
El Tiempo Geológico que se mide por eras, de millones de años y que son cuatro:
primaria, secundaria, terciaria y cuaternaria, cada una con una cobertura
definida, y que nosotros estamos viviendo en la última.
3.-
El Tiempo Arqueológico, que se mide por miles de años.
4.-El
Tiempo histórico, que se mide por siglos, y nosotros estamos viviendo
aparentemente el Siglo XXI.
Cada
era ostenta una secuencia irrefutable, donde han quedado aprisionadas por el discurrir del tiempo todas las
evidencias materiales, y cada estrato de acuerdo a su espesor define la
mayor o menor cobertura de tiempo, y han quedado aprisionadas por los siglos
donde yace el tiempo endurecido, los
restos petrificados de su flora y fauna y tácitamente nos refieren el clima que imperó y las causas que precipitaron su extinción, o mutación para dar paso a la nueva era, donde se
advierten otros elementos diagnósticos
de acuerdo a la evolución que les adosa otras características, pero, la
aparente calma en la que pareciera estamos viviendo, ha sido precedida por
grandes eclosiones, terremotos, reversiones orográficas y las evidencias
materiales que nos refieren de lo que hoy constituyen las orografías más
prominentes antes eran fondo de los mares, en algunos quebradas profundas se advierte
nítidamente fracturas de continentes como el caso de Pangea que era uno sólo, y
ahora se ha diversificado en varios y su composición geológica ha posibilitado
los nexos que años ha eran parte del mismo, a los que hay que sumar permanentes
erupciones, corrientes de aire, cambios de clima, impacto de meteoros de diversos tamaños, unos imperceptibles e
insignificantes y otros descomunales, como el que extinguió a los
dinosaurios, hace 65 millones de años,
etc., etc.
En
toda circunstancia ha tomado parte
activa la ingeniería genética, que con perfección inimaginable ha concebido
cada espécimen para que pueda adosarle la cobertura que propicia la evolución y para proyectarle la proyección de
su anatomía para cada estrato, y cada hueso por más insignificante que
este sea tiene la proporción debida de cualquier parte del cuerpo y
gracias a esta referencia se puede reconstruir todo el esqueleto.
Y
los grandes centros de investigación, cada día rescatan osamentas
petrificadas de los diferentes estratos
y están armando ese rompecabezas de la flora y fauna de hace millones de años,
será muy difícil a lo mejor imposible reconstruir el espectro de todo lo que
nos ha precedido, pero está incidiendo en los más recientes y de los estratos casi superficiales donde
yacen y están almacenados como pequeñas cajas fuertes lo referente a los
homínidos y nuestros ancestros, como consecuencia lógica de la evolución, especialmente de los cambios
que han ocurrido en el cerebro humano, y su anatomía que es donde yace la
esencia de los mecanismos que conciben la intención del hombre de todos los
tiempos y pigmentos.
El Paleoclima guarda celosamente las características de los tiempos que no han
precedido, y aprisionados en cada estrato que asemeja una bolsa donde se guardan todas las evidencias que
constituyen los elementos diagnósticos y las características que han posibilitado
la vida para la flora y fauna, remarcando que están tipificadas, y se puede
establecer las causas de su extinción.
El
movimiento del geomagnetismo, es la reversión de los polos del norte a sur en
730,000 años y la reversión completa se deduce que son 1´460,000 años, pero,
con fines didácticos vamos a
redondear la cifra en 1´500,000 años, y
como la tierra tiene 4,500 millones de años, y recurrimos a la comparación que
semeje la esfera de la tierra a la
un reloj, con una simple división
podemos colegir que desde los orígenes de nuestro planeta se han registrado
3,000 vueltas o reversiones completas,
que han generado todo el perfil y la orografía que ostenta, y lógicamente
deducimos que cada hora equivale aproximadamente a 125,000 años, cada minuto a
2,083 años y cada segundo a 35 años, esto se ha deducido gracias a la estratigrafía, debido a que cada
vez que se registran lluvias torrenciales, las aguas arrastran partículas
magnéticas que siguen vibrando orientadas al norte magnético, pero cuando llegan
a una superficie plana se quedan estancadas y se secan orientadas hacia el
norte del reloj magnético que sigue su
marcha inexorable, vendrán otras lluvias en períodos definidos y volverá a repetirse este
fenómeno, pero, como se ha operado el desplazamiento del reloj magnético en
segundos, minutos, y horas las
partículas quedan paralizadas en el instante cuando se seca el lodazal con la
variación que define el desplazamiento, y seguirá rotando así sucesivamente que
va completando la circunferencia y los estratos son referentes e indicadores de
1’500,000 de años transcurridos, y cada estrato es la sucesión de esas
evidencias traducidas en segundos, minutos, horas y años etc.
Claro
que también inciden otros flujos del universo, especialmente el movimiento de
precesión que consiste en la regulación del movimiento de rotación que se
amplía o se reduce durante millones años, debido a que se tienen registradas
esas ocurrencias y ha quedado perennizado que hace millones de años la cobertura del año era de 400 días y
esto incidía en la duración de las horas del día y en el número de
meses, para que modernamente lo
adecuemos al calendario Gregoriano que nos imponen los occidentales, y que
tiene una cobertura para medir el año con un margen de error de 6 horas, y cada
cuatro años le agredan un día y lo denomina año bisiesto, grueso error, las
antiguas civilizaciones medían el tiempo
con extraordinaria aproximación, la cultura egipcia registra en sus cifras un
mínimo margen de error, la cultura Maya que ha sido observada por dos
arqueólogos norteamericanos durante 45 años ha llegado a la conclusión que en la medición del año, han tenido un
margen de error de dos segundos al año, y recurriendo a la incidencia de otros flujos lo han reducido a
un segundo en periodos de 126,000 años (
Una hora del desplazamiento magnético) y con una proyección para una cobertura
de 1´000,000 años, merece mención especial la Cultura Andina, que ha sido
eminentemente astral, (Panteísta) que en la medición del año ha sido la más
exacta y sin margen de error, gracias a la ubicación estratégica de monitores,
intihuatanas, y ventanas del tiempo que ha manera de G.P.S, les referían con extraordinaria
precisión la marcha del sol y su retorno al aparente punto de partida el 21 de
junio, pero, debe oscilar entre 20 y 24
del mismo mes, por las distorsiones que se presentan.
Todo
lo que manifiesto no es especulación intrascendente es verdad científica
irrefutable, ustedes deben recordar que
el año 2,015 ojalá que mi memoria no me falle, salió una
publicación en los diarios de circulación nacional, era una nota en una
proporción ínfima casi imperceptible, en comparación a la proporción que
ostentan otras notas y en especial los avisos económicos, esa referencia era
que nos informaban que en el calendario que nos rige, se iba a agregar
un segundo al tiempo de nuestro discurrir con la intención de corregir algunas
distorsiones del movimiento de
precesión, eso ocurrió de acuerdo a la sincronización emitida por los grandes
observatorios, el día 30 de Junio, esta cobertura que se advierte en cada segundo, minutos, horas,
días, meses y años durante millones de años dan origen a los siglos y milenios,
y de la ampliación o reducción del movimiento de precesión es el que incide en
los otros movimientos.
Es
por ello que no podemos medir la distancia al sol con una regla doméstica, de
escuelita de pueblo, tiene que recurrirse a los años luz, y las especulaciones
manifiestan que un planeta descubierto no ha mucho que ostenta las mismas características que nuestra tierra,
está a 29 años luz de nosotros, teniendo conocimiento que en cada
segundo la luz recorre 300,000 kilómetros, es por ello que los rayos de sol
demoran más de 8 minutos en llegarnos y
poder disfrutar de sus destellos.
Este
reloj sigue su marcha inexorablemente, pero, sólo los que toman conciencia son
los científicos de alto nivel y lo proyectan para la geopolítica del Siglo XXI,
mientras que nuestros representantes que fungen de autoridades que no
tienen el más mínimo sentido común y están dotados de escaso presupuesto de
erudición para encarar los problemas que aquejan a sus pueblos y toman decisiones
por demás aberrantes.
Y
los calendarios de los desastres están a la vuelta de la esquina, en China
aproximadamente cada tres segundos del
reloj magnético o sea cada 75 años se
registran grandes inundaciones, las hubo en l998 les costó para recuperarse 26,000 millones de dólares, pero, tuvieron la precaución de construir la
represa de Yantsee en las tres gargantas, con la finalidad de regular futuras inundaciones que les costó
28,000 millones de dólares que ya está en funcionamiento y por 2,000 millones
más casi igualan el presupuesto de la construcción de la represa y que en el
futuro ahorraran esas sumas, en un
período de 75 años, si es que la imprudencia del hombre no altera o distorsiona
la marcha del reloj, pero han sido beneficiados con la producción de
14’500,000.000 de kilowatts, ahora constituye la represa más grande del mundo,
y evitará que se mueran de sed 400 millones de chinos, casi toda la población
de América del Sur, y tendrán más
electricidad para vender en baterías al mundo, y para aplicar
en el futuro la ley del espacio vital y ser los dueños del planeta, tan así que para lograr un capital humano digno de su
genoma social, les están
permitiendo tener dos hijos y no uno que
antes estaba sancionado.
En
Honduras quienes construyeron las
pirámides de Copán, que colapsó por una
hecatombe ecológica o cambio de clima y tuvieron que emigrar hace mil años, y
esto ocurrió en medio minuto del reloj magnético, En Egipto antes era un valle
ubérrimo, cambio el clima y hoy es un desierto y gracias al Nilo y la represa
del Hassuan han recuperado su prosperidad, falta sincronizar con el reloj
magnético, estas ocurrencias para establecer su cronología.
En
Arequipa, hace miles de años era de ubérrima vegetación, prueba elocuente son
los musgos y los helechos petrificados y aprisionados en los estratos que se
rescatan en las lajas de Yura, y otra prueba elocuente son los andenes de Churajón, que precisaban
de lluvias abundantes y hoy se mueren sed, por la ausencia de las mismas por el
cambio climático producto de la marcha del reloj magnético.
En
el sur del Perú, el 28 Febrero del año 1,600,
se registró la erupción del
volcán Huaynaputina en Moquegua y cubrió de cenizas toda la región, y sus restos llegaron hasta Panamá
y Costa Rica, se oscureció el cielo durante 15 días, este elemento diagnóstico
es un referente valioso, para tipificar que los restos que se encuentren encima
de las cenizas pertenecen o son después de
1,600 y los que están debajo anterior a esa fecha, estos elementos diagnósticos
no se sincronizan debidamente para lograr una cronología real de la región, sólo
se toman como una mera referencia y se exponen con fines turísticos.
En
el perfil de la Cultura Andina, cada minuto magnético, o sea cada 2,000 años
gozaron de un clima propicio para el
desarrollo de los horizontes tales como
Caral, Chavín, Tiahuanaco e Inca.
Porque
está probado que los únicos factores que inciden en la desaparición de las
culturas, no son las guerras ni las pestes, sino los cambios de clima y la
excesiva depredación.
En Chile cada segundo magnético se advierten la
presencias de sequías o sea cada 30 años, etc., etc. En Arequipa cada segundo
se registran movimientos telúricos de gran intensidad, etc., etc.
En
nuestra ceja de selva existen más de 100 ciudades precolombinas cubiertas de
maleza, y es la consecuencia del desplazamiento magnético, tales como
Machupicchu, Choquequirao, Vilcabamba, Paytiti, Pantiacolla, Kuelap, el Gran
Pajaten, etc., etc.
Manuel
Huanqui Hurtado. Doctor en Arqueología.
Correo:
manuelhuanquihur@gmail.com
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