miércoles, 5 de abril de 2017

Los genes y los memes. De las revoluciones del siglo XX (I parte)


Escribe: Manuel Huanqui Hurtado

Gracias a la sincronización de todas las evidencias y experiencias develadas por científicos sociales y de los otros, recién podemos escrutar con transparencia la real cobertura y trascendencia que ostenta la genética y su proyección e incidencia en los movimientos sociales de reivindicación gestados por los hombres de todos los tiempos, ahora se habla de la real cobertura de los genes, de los memes, del biotipo, del genotipo, del fenotipo, del ADN, del genoma social, aspectos que hasta no hay mucho ignoraban nuestros teóricos.

Ya se conoce con la rigurosidad científica que se precisaba, que, como consecuencia de la evolución de las especies, nos ha develado, que provenimos de un solo antecesor y la escultura humana que ostentamos, sumado a la despigmentación que se ha generado en algunos grupos étnicos, es la consecuencia de un acentuado nomadismo que se ha iniciado hace miles de años.

Pero, los grupos que ostentan identidad y que está respaldado por un sólido genoma social, que define su identidad y que genera unidad étnica, tienen como sustento el gen, el biotipo, el genotipo, el fenotipo que define el grupo, y que con el correr del tiempo, ha configurado su cosmovisión, que posibilitó la concepción de costumbres, normas y principios éticos y morales, que van definiendo la configuración de instituciones que generan un marco de obediencia, y son admitidas por la etnia, el pueblo, el estado, la nación, la patria, que sirve de sustento a la instauración de una forma de gobierno, en determinadas regiones para que vivan en armonía.

En esta obligada migración desde el continente africano, donde apareció el primer Adán negro, a los demás continentes, y que en cada ambiente geográfico, los grupos étnicos que los ocuparon, paulatinamente fueron estructurando, su arquitectura humana y su espectro cultural o cosmovisión, lo que modernamente se denomina “memes”.

Esto ocurrió en la India, en la China, en Euro-Asia, en Europa y en América, y obviamente en África.

La unidad étnica tiene como sustento el pigmento, las características antropológicas, el idioma y su cosmovisión.

Europa, por su estrategia ubicación ha sido el laboratorio social y político, donde se han concebido todas las corrientes filosóficas, políticas y religiosas, desdeñando los sólidos fundamentos de las milenarias culturas del Oriente y América.

Europa, territorio de fácil acceso por lo poco agreste, fue el escenario ideal para perfeccionar el arte de la guerra, que constituye la empresa más lucrativa y eficaz para arrebatar e invadir a pueblos que tenían otra concepción del mundo, y que ostentaban y ostentan un patrimonio material y espiritual de ilimitada cobertura.

Es en este continente que se da inicio a las grandes revoluciones u movimientos políticos, sociales, artísticos y religiosos, donde las universidades asumen rol protagónico determinante. Nos hacen consentir que sus actores e instituciones son la máxima expresión de las aspiraciones de todos los hombres, el rey, el papa, el emperador, el presidente, son los que constituyen el sincretismo de la expresión más emblemática de las formas de gobierno, la que debe ser emulada e imitada en todo el mundo.

Después de pugnas de toda índole, se configuran los grandes imperios, como el inglés, el portugués, el francés y español, y premunidos de una cultura de guerra, inician la invasión y dominación de todo el mundo circundante, imponiendo su idioma y su esquema cultural.

Es en estos territorios, donde surgieron las monarquías más despóticas, se gestan los movimientos de mayor connotación y reivindicación, que se inicia con la revolución francesa, para derrocar al rey e instaurar la república.

América fue víctima de la vorágine de los cuatro imperios, nos invadieron, nos sometieron, nos saquearon, nos depredaron todos nuestros territorios que los tenían a su merced, y aun los tienen y casi nos exterminan, el imperio inglés, invadió el territorio de los aztecas, el imperio francés ocupa parte de centro América, e impuso sus designios, el imperio portugués nos arrebató toda la amazonia de facto, de hecho, y el imperio español, sometió a sangre y fuego a las cultura más emblemáticas de América, México y Perú, que ostentaban un genoma social con sólidos principios, superior en muchos aspectos a los provenientes de allende los mares.

En el Perú convivían etnias de milenario ancestro, y habían experimentado políticas comunitarias y socialmente eran obcecados panteístas, después de la invasión se escenificaron sangrientas confrontaciones con el sentimiento judeo y cristiano que llega de occidente.

América ha sido escenario de infinidad de experiencias sociales y políticas con fines de reivindicación, para superar las encomiendas, el latifundismo, el gamonalismo, el capitalismo, etc., etc.

Estas injusticias sociales precipitaron las grandes revoluciones que han generado los cambios que han definido el destino de los pueblos.

Vamos a analizar las revoluciones más emblemáticas del siglo XX, la revolución mexicana de 1,910, la revolución socialista de 1,917, la revolución china de 1,949 y la revolución cubana de 1,959.

Pero es necesario remarcar para que triunfe y perdure una revolución, debe ostentar sólidos genes y memes.


La revolución mexicana, con sólidos principios, lamentablemente se mantiene latente y postergada, debido a que los propios mexicanos sin identidad impiden su prosperidad, sería conveniente un reciclaje para enmendar rumbos.

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