lunes, 13 de marzo de 2017

Cuidado con la catedral y la patina del tiempo


Escribe Manuel Huanqui Hurtado

El Perú es la presencia cultural de mayor trascendencia y connotación de esta parte de América Nuclear, y se desarrolló en el área que heredamos del Gran Tahuantinsuyo y su delimitación para ocuparla es la consecuencia  de un minucioso rastreo donde se optó por una adecuada prospección y proyección geopolítica única en América, que si bien es cierto es la más abrupta, agreste, difícil, incontrastable, en compensación a estas aparentes desventajas es la más segura, para que los grupos étnicos que la habiten se desarrollen no sólo en siglos sino también en milenios.  Y puedan disfrutar de gran variedad de pisos ecológicos, que van desde los cero metros hasta cerca a los 7,000 de altitud.

Nuestra cultura tiene una profundidad prehistórica de más de 22,000 años que recién se están  desvelando con la seriedad científica que precisa nuestro milenario ancestro, certificada con métodos radiactivos que no admiten duda.

Arequipa ha pasado por una  secuencia cultural definida hasta cuando de repente se advierte la presencia de los primeros conquistadores que huyendo de Camaná que fue  la ciudad que la fundaron antes que Arequipa, y por la presencia del paludismo deciden seguir ascendiendo a las zonas altas y por un especial designio se  encuentran este valle, de  singulares y excepcionales características,  que ostenta efluvios telúricos, magnéticos,  mágicos, esotéricos, con una transparencia  y luminosidad de singulares ribetes que ha propiciado que sus hijos orienten sus aptitudes al arte y  otras tareas   de la actividad humana en especial las dedicadas al campo, porque disfrutan de una altitud que está en el meridiano de lo gélido y lo  árido,  que ha sido el factor determinante para el ensamblaje de su arquitectura humana que fue concebida para  encarar  con sobriedad y serenidad los triunfos y las  adversidades.

Arequipa, es un valle de larga data, el último milenio ha sido escenario de grandes cambios en los aspectos político, social, económico  y religioso, gestos y actitudes que han incidido en conservar  su patrimonio natural, y fortalecer su patrimonio  cultural e inmaterial.

Pero los estudiosos del pasado que han sincronizado todos los elementos diagnósticos coligen que Arequipa es  un escenario más histórico que arqueológico, y la ciudad del Cusco es un ambiente más arqueológico que histórico, porque era la sede del gran Imperio Incaico, por esta razón  para fundar geopolíticamente la presencia española en el Perú, tuvieron los invasores que destruir  los perfiles arqueológicos  más emblemáticos de la cultura incaica que les sirvió de cantera por la ignorancia de la que venían premunidos  para suplantarlos por templos del estilo románico que imperaba en la Europa decadente, perfiles burdos y poco artísticos que no mostraba la arquitectura de movimiento que ostentaba la arquitectura inca, crimen de lesa cultura que jamás prescribirá.

Pero para imponer el sentimiento de la cruz y la espada en estos territorios, concretamente en Arequipa, los primeros que pisan este suelo encuentran un valle ubérrimo con especial  fertilidad y transparencia únicas en toda la región sur,  cuyo topónimo es de origen aymara y quechua y a lo mejor Puquina, que felizmente por respeto a los Apus  no  se les ha ocurrido suplantarlo con otros nombres  intrascendentes y sin contexto  carente de esencia  étnica.

Pero los pocos habitantes que moraban este valle que no pasaban de 10,000 personas, dedicados a la agricultura, pero, para lograr este objetivo de amor a la Pacha Mama  y a sus Apus tuvieron que erigir imponentes andenes de una arquitectura sobria y funcional.

De acuerdo a los estudios y evidencias  del pasado realizados en este valle por la ciencia de la arqueología que cuenta con mejor metodología para sincronizar todos los elementos diagnósticos,  se colige que Arequipa estaba ocupado por un reducido número de pobladores y  erigieron viviendas de piedra  y barro con techos de paja, las diseñaron con áreas funcionales para su hábitat, y con adecuada orientación con relación al saliente y el poniente  repartidos  en las dos bandas del río Chili,  sus perfiles eran rústicos, por esta razón los conquistadores tenían a su disposición todo el valle,  y delimitaron el área geopolíticamente  mejor ubicada para controlar los flujos de población, y de inmediato diseñaron la cuadricula o damero de Pizarro distribuidas en cuarteles  o manzanas cada una de 10,000 metros cuadrados divididas en cuatro solares de 2,500 metros cada para que la ocupen los nobles, compuesta de tres patios y un portón grande para que ingrese  el dueño montado a caballo, en el primer patio vivía el noble y su familia, el segundo patio era para que ocupe la servidumbre y el tercero era para la caballeriza.

Todas las órdenes religiosas que tomaron posesión se reservaron el equivalente a una manzana  y más para erigir sus templos, y sus ambientes destinados para sus actividades, lo propio hicieron los conventos y  monasterios y  el epicentro de la cuadricula  la destinaron para la plaza mayor que la denominaron también como plaza de armas para escenificar las actividades propias de la tradición de los conquistadores y erigieron perfiles para las autoridades religiosas, civiles, políticas y militares para coordinar un mejor gobierno.

Esta área completamente llana inspiró a los que la ocuparon a diseñar  un cuadrado con una simetría perfecta, única en esta parte del Perú y de América  Nuclear y posiblemente en el  mundo.

Contaron con la complicidad de un material conocido como tufo volcánico, que no es tan blando como el barro, ni tan duro como el mármol, era funcional para que la mano del alarife foráneo  y nativo pueda deslizar sus dedos y perfilar los íconos de su cosmovisión, que luego devino en  una simbiosis iconográfica.

Los primeros pobladores  imbuidos  de un acendrado panteísmo nunca usaron el  sillar para su arquitectura cotidiana porque la consideraron irreverente usar la entraña de sus Apus con fines de arquitectura doméstica.

Pero, los conquistadores despojados de los principios de nuestra cosmovisión, aprovechan y utilizan este material de dureza relativa y cuentan con inagotables canteras  que están en su entorno y comienza a levantar  sus templos, pero con especial dedicación la catedral o templo mayor donde se conjugan todos los estilos y rasgos arquitectónicos que imperaban en la vieja   Europa,  y que también la utilizaron como medio de sumisión y reverencia, y la exportaron a todas sus colonias, los cimientos de sus sólidas estructuras según las crónicas se remontan al año de  1,621.

La catedral es el ícono de mayor relevancia de esta Arequipa aristocrática, su diseño y disposición ha roto con todos los patrones que existen en los templos de estilo románico que se construyeron en Cusco, Puno, Cajamarca, Ayacucho y en la misma capital del  Perú la ciudad de Lima, ungida como las tres veces villa coronada al mismo estilo español.

Pero, aquí en Arequipa por su estratégica ubicación se ha producido la mejor experiencia étnica del sur  y posiblemente del Perú, se nota nítidamente una comunión  entre lo cristiano y lo panteísta,  donde se advierte  una tolerancia digna de ser emulada, tan es así que como consecuencia  de esta actitud la han ungido a esta tierra como la Roma del Perú.

Arequipa, es una zona sísmica por excelencia en los últimos 400 años se han producido más de 30 terremotos de todas las intensidades, o sea que el poblador que vive en este entorno está vacunado contra el infortunio y sus estructuras han sido erigidas para soportar esta furia incontenible de la naturaleza con paredes hasta de un metro veinte de espesor  y bóvedas con diseños de estructuras sólidas, pese a ello la furia incontenible afecta sus estructuras y los deteriora, y muchos de estos perfiles los ha derribado,  pero, a pesar de la permanente amenaza,  el que vive en este valle no decide  cambiarlo por otro entorno, porque está seguro que no encontraría otro similar o que se acerque a sus bondades en ningunas otra latitud o meridiano.

A nuestra catedral, los creyentes  y de los otros se esmeraron en dotarle de todos los cuidados para evitar que colapse, pese, a ello  sus estructuras se vivieron por los suelos, pero, la perseverancia y su obcecado misticismo de inmediato  sus estructuras las volvían a erigir con el mismo material, con la misma fe, pero con otra fisonomía donde le adosaban el aporte de los alarifes foráneos y nativos, para conservar su idiosincrasia.

La catedral sin temor a  equivocarme es el monumento histórico más emblemático del sur del Perú, y posiblemente del todo el país,  ostenta un perfil único debido a que le han adosado columnas renacentistas que le dan una perspectiva que se asemeja a la fisonomía que muestra la basílica de San Pedro en Roma, sus torres guardan prudente distancia y en ese  espacio  han erigido un frontis triangular   de prudente altura para no romper la armonía  y que antes de ahora le adosaron metopas que muy sutilmente en una de las tantas reconstrucciones prescindieron de ellas, intuición genial que le ha dado sobria fisonomía, y las constantes vibraciones sísmicas que han devenido en violentos terremotos  que comprometían sus estructuras especialmente sus torres,  al volverlas a erigir los alarifes nativos y foráneos en una simbiosis sin precedentes le imprimieron movimiento en sus estructuras que  después las bautizaron como las  “chocolateras”  al eliminar la rigidez que muestran otras torres  y es donde radica su singular belleza, en los extremos han erigido  arcos romanos de solidas estructuras que complementan todo el marco arquitectónico, y hasta la disposición de su naves es única,  que ha sido el argumento más sólido para declararla a Arequipa Patrimonio Cultural de la Humanidad.

En los primeros días del mes de noviembre Arequipa será sede del Encuentro Mundial de Ciudades Patrimonio, y recibirá como huéspedes de honor a los representantes de ciudades  con el mismo rango  que ostentan cada una su propia impronta.

Pero para ello es de suma urgencia preparar la casa, hay que limpiar el rostro de esta ciudad colonial única en el mundo, pero, para mostrar sus mejores perfiles hay que adecuarlos para este evento, pero debemos tener sumo cuidado y cualquier implementación o refacción o  lo que fuere debe dejar en manos de los especialistas del más refinado gusto, donde se conjugan lo artístico, arquitectónico y étnico.

He pasado por la plaza mayor, y  he advertido que han instalado un gigantesco  andamiaje metálico posiblemente para limpiar el rostro de este monumento histórico, lo que manifiesto tan sólo es una observación no es una crítica, debido a que yo tengo mi especialidad definida que es la arqueología, debo poner de manifiesto que el material a tratarse tiene una escala de dureza relativa y resistencia, y hay materiales como el mármol que ostenta una composición lítica de mayor consistencia, como consecuencia de ser el resultado de una combustión ígnea  de millones de años, que al ganar la superficie adquiere especial dureza y resistencia para desafiar los siglos, como es el caso concreto del mármol de Carrara y   otros similares en especial el material que utilizaron para erigir el palacio de  Taj Mahal que inicio su construcción en el año 1,631, 10 años después de la iniciación de la construcción de la catedral de Arequipa, pero, para su conservación y ponerla en valor su singular connotación y mantenga plena vigencia, permanentemente es sometida a riguroso mantenimiento, y recurren a especialistas e instituciones como ASI (Servicio Arqueológico de la India)  y para mantener el brillo de ese perfil  que también ha sido considerado Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1983, los expertos han elaborado un calendario que se inició  el año de 1,994, 2001, 2,008, para protegerlo le adosan una mascarilla de arcilla arenosa basada en un cosmético que elimina manchas y que se aplica al mármol dejando secar durante una noche, y el sillar debe merecernos sumo cuidado debido a que no tiene la consistencia del mármol y tiene otra composición y cobertura, debido a que se trata de un tufo volcánico como ya lo anotamos.

El Siglo XXI, gracias a la globalización que aporta experiencias que no debemos desperdiciar, estoy seguro que los que están realizando el mantenimiento  del rostro de la catedral habrán sido tomadas en cuenta, para amenguar en algo su progresivo deterioro que es inevitable, y en el Taj Mahal está prohibido el empleo de gas, tanto de uso doméstico como vehicular, al margen de la polución y la contaminación  etc., etc., loable actitud que están poniendo en práctica nuestros hermanos de la India, pese a que tienen otra cosmovisión, pero es urgente emular.

Aquí en el Perú hay perfiles arqueológicos que  deben ser protegidos e intocados  y algunos otros rostros de manufactura histórica merecen otro trato debido a que le estaríamos limpiando la pátina del tiempo, que le imprimen los siglos, como es el caso del sillar material que han utilizado para erigir la basílica Catedral, salvo mejor parecer, y  eviten que otros rostros que son el perfil de nuestra cosmovisión los manoseen groseramente con otros fines y propósitos,  actos que se consuman so pretexto de una falsa modernidad, que los mercaderes del turismo y la cultura  los quieren llevar a la práctica y  es como quitarnos las canas para rejuvenecer o teñirlos  el cabello para aparentar juventud.

Arequipa,  es el cerebro pensante del Perú, la experiencia étnica de mayor connotación, donde el paisaje humano está constituido por personajes de un sobrio mestizaje con un equilibrio emocional  digno de ser emulado.

Los personajes que ostenten  un sobrio presupuesto de erudición deben ser los anfitriones para recibir a las delegaciones que  vienen a nuestro   encuentro,  para compartir y admirar con ellos el patrimonio natural, cultural e inmaterial  que tiene nuestro pueblo que es único en el mundo. Así sea. 

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