Dr. Manuel Huanqui
hurtado
Conclusiones
Primero.-
El desconocimiento del auténtico valor que poseen reliquias del pasado, por
parte de un elevado número de peruanos, la poca sensibilidad de los que desde
épocas muy remotas iniciaron la destrucción de nuestro Patrimonio Arqueológico
Nacional y la ambición de enriquecerse a costa de especímenes de manufactura
precolombina, ha sido un factor determinante, para que no se le respetara y
contribuyo para que muchos recintos arqueológicos hayan sido un factor
determinante, para que no se le respetara y contribuyo para que muchos recintos
arqueológicos hayan sido saqueados y algunos ya han desaparecido, cuya perdida
lamentablemente es invalorable e irreparable.
Segunda.-
La falta de una adecuada orientación y una mejor difusión de los principales
dispositivos legales, a la vez que había que facilitarles los requisitos
mínimos para que cumplan con la ley y la demasiada prudencia de las autoridades
que estuvieron a cargo de su defensa y protección, están acelerando la
destrucción de nuestro Patrimonio Arqueológico Nacional.
Tercera.-
El factor determinante para que no se cumplan con los dispositivos que se
expidieron, fue de índole netamente económico, porque al no haberse destinado
inicialmente el presupuesto necesario, imposibilito la instalación de la
maquina TÉCNICO-JURÍDICO-POLICIAL de control de todos los lugares de mayor
trascendencia arqueológica en primera instancia, para posteriormente hacerlo
extensivo a todo el Perú.
Cuarta.-
La no existencia de funcionarios a dedicación exclusiva, quienes deben estar en
constante coordinación, con los diferentes ministerios para su oportuno
control, en caso de expansión urbana, la apertura de caminos, explotación
minera, etc., y el no haberse implantado en las aduanas un control adecuado y
el patrullaje a nivel nacional, posibilito la evasión y la destrucción de
nuestro Patrimonio Arqueológico Nacional.
Quinta.-
La carencia de arqueólogos a nivel nacional para promover en valor de nuestro
Patrimonio Cultural, previa diagnosis científica y sincronización de elementos;
cedió paso a la improvisación en el campo arqueológico, que contribuyo en
deformada interpretación y por ende, no se le dio el valor ni la importancia
que éstos tenían y tienen.
Sexta.-
Para salvar de una vez por todas, nuestra riqueza arqueológica, es la suma
urgencia de la creación del FUERO JUDICIAL DE ARQUEOLOGÍA.
Sétima.-
Es urgente la dación de una legislación más acorde al momento actual, la misma
que debe reglamentarse adecuadamente, implementándose con los requisitos
mínimos, en los que se debe tomar en cuenta todos los aspectos, para evitar
deformadas y antojadizas interpretaciones, que conducen a parcializaciones
perjudiciales y debe dejarse bien establecido que no se debe permitir
preferencias, a la vez que algunos dispositivos no sean demasiado
generalizados.
octava.-
Todos los bienes monumentales tanto arqueológicos como coloniales, deben pasar
a ser controlados por el Instituto Nacional de Cultura, cuyas rentas deben ser
invertidas en los mismos rubros y si hay alguno que está en el sector privado
dedicado a fines lucrativos, se le debe grabar con un porcentaje que sirva la
protección e investigación del Patrimonio.
Sugerencias
Primera:
proponer de que el supremo gobierno, cree el timbre Arqueológico Nacional, y
que debe implantarse al Turismo receptivo y que debe ser una suma no menor de
cincuenta soles de oro (S/. 50.00) para la protección del Patrimonio.
Segunda:
Crear el Sello Postal a nivel nacional e internacional, para recaudar los
fondos necesarios, los mismos que deben ser empleados en la cautela y
protección e investigación de nuestro Patrimonio Arqueológico Nacional, cuyo
costo no debe ser menos de S/. 0.20 centavos.
Tercera:
Implantar la patente del Arte Precolombino, con una adecuada reglamentación, en
el que se deben considerar:
a)
Pintura
b)
Escultura
c)
Topónimos
d)
Formas ceramográficas y motivos de su cronografía
e)
Textilería
f)
Otros
Cuarta:
Poner de inmediato en función los Centros de investigación, restauración y
conservación, en las zonas de mayor trascendencia arqueológica y cultural.
Quinta:
Proseguir el levantamiento catastral a nivel nacional de todos los lugares de
trascendencia.
Sexta:
Implantar el sistema de catalogación en todo el territorio nacional y el
registro de venta de especímenes, estableciendo el cupo por inscripción y por
transferencia.
Sétima:
Gestionar ante el CONUP, la creación de programas y centros de formación de
especialistas de arqueología.
Octava:
Gestionar un préstamo ante la UNESCO, con la garantía de todos los bienes
culturales, para la implementación del instrumental y la contratación de
técnicos, e iniciar la puesta en valor de nuestro Patrimonio Arqueológico
Nacional y/o a la vez que se incide la construcción de la RED NACIONAL DE
MUSEOS REGIONALES.
Novena:
Efectivizar una mejor coordinación, con los organismos internacionales y
reglamentar adecuadamente su ayuda técnica, para el intercambio de
especialistas y, adecuar y uniformizar la metodología y el lenguaje técnico de
la ciencia arqueológica.
Décima:
Facilitar y promover a los interesados la documentación y orientación necesaria
para la tramitación respectiva sobre la arqueología.
Décima
primera: Exigir que al final de cada publicación de índole arqueológica, se
incluya lo más importante de la legislación de ésta.
Décima
segunda: Por la magnitud del patrimonio a cautelarse, el mismo que debe
investigarse y ponerse en valor, para el mayor incremento cultural y turístico,
requiere personal, planta física, instrumental y control de organismos que
lucran en forma desmedida, siendo éstas las más beneficiadas; para lograr una
racionalización adecuada es necesario la creación del Ministerio de Patrimonio
Cultural y Turismo.
NOTA:
Al
final de la exposición el calificativo que mereció fue de “felicitación
pública”
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