Escribe Manuel
Huanqui Hurtado
Doctor en
Arqueología
Un
12 de Octubre de 1,492, de repente y ante el asombro de algunos nativos que
habitaban en las islas del Caribe, y que
Dios no los había incluido en la hoja de ruta de su creación, descienden
hombres despigmentados y con barbas de tres carabelas provenientes del Puerto
de Palos de la península Ibérica, dicha travesía duro 69 días de atrevimiento,
venían liderados por Cristóbal Colón,
provenían de una España que no ha mucho expulso a los árabes, quienes
los sometieron pero muy sutilmente les adosaron su espectro cultural de
una cobertura sin precedentes que aún pese al tiempo transcurrido no la han
superado.
España
y parte de Europa, atravesaba por una crisis moral y material que nunca han
tenido el valor de desvelarla, la parafernalia de lujo y boato revestida de una
apariencia que no tenía el sustento económico para mantener a esas monarquías decadentes y que estaban al borde de la
inanición, los obligo y precipito a tomar maquiavélicamente cualquier actitud
para superar este difícil trance, para ello contaron con la complicidad del
intrépido aventurero genovés que ante las reiteradas negativas de la reina a la que le pedía su apoyo para enrumbar
allende los mares, donde existía
inconmensurable riqueza, recurrió a su genial intuición y busco decididamente
al confesor de la soberana y le
confió que tenía información fehaciente de que en esos lejanos territorios existían grupos étnicos con otra cosmovisión,
amén de su fenotipo, biotipo y genotipo,
y que la ocupación primigenia de estas etnias provenían del oriente o
de las islas de la Polinesia, y que utilizaron también la ruta del
estrecho de Bering hace miles de años
que posibilitó el poblamiento de América
desde Alaska hasta la Tierra del Fuego, valiosa información que llegó a
conocimiento de la reina gracias a que se rompió el sagrado secreto de
confesión y ante este referente en su desesperación cambio repentinamente de
parecer y la soberana se vio en la
imperiosa y humillante necesidad de
empeñar sus pocas joyas que no fueron suficientes, pero logró que Colón llegará
a esta tierra prometida, y encontró más riquezas de las que se habían propuesto, y salvo a
todas las monarquías, y fue el sustento para otorgarles el poder que
inmerecidamente e injustamente aún
ostentan, porque los Turcos les cerraron el nexo con el Oriente que les
proveía de las especies, y en su desesperación de buscar otra ruta para llegar al mismo
destino, en medio camino de esa siniestra aventura se encontraron con nuestra América, además es digno de remarcar
que despojados de todo dogmatismo aceptaron que el mundo era redondo y no plano
como ellos hasta no ha mucho como ellos
obcecadamente creían.
La
tripulación que venía a bordo de esas esas débiles carabelas,
estaba conformada por un grupo de ex presidiarios, aventureros e
ignorantes premunidos de una ambición sin límites, que genéticamente ya eran
portadores y propensos a cometer
delitos, sedientos de oro, pero contaban con la complicidad de las armas
más contundentes y de última generación para ese entonces, que les permitió ganar todas las escaramuzas,
batallas y guerras antes de iniciarlas y
así sometieron a pueblos enteros a
sangre y fuego, pero en estrecha colaboración de felipillos nativos que siempre
han existido y existen.
Esta
nuestra América, nombre con el que la
bautizaron indebidamente, y que fue
ocupada por los primeros pobladores hace miles de años, en los que estaban
inmersos los antiguos peruanos que
delimitaron su área con especial prospección y proyección geopolítica, gracias a este sentido
premonitorio la superficie que ocuparon
fue el escenario que ostentaba un
patrimonio natural único en el mundo, entorno al que le adosaron un patrimonio
cultural de especiales características
sin romper su marco paisajista, sumado a sus manifestaciones inmateriales que
es el sustento de su cosmovisión.
Nunca
nos imaginamos que en esas frágiles embarcaciones, sus ocupantes venían
insuflados de una ambición ilimitada y mostraban variada configuración genética
como consecuencia de la promiscuidad en
la que vivían inmersos en toda Europa que era el escenario de permanentes
pugnas, batallas, guerras, para arrebatarles el patrimonio a los pueblos que lo
ostentaban, y para imponer sus
designios, escenario donde se experimentó y se puso en práctica la logística y
la estrategia, que devino en la geopolítica de la dominación, sumado a que se esmeraron en concebir las
armas más contundentes para someter al
enemigo y venían premunidos de un odio y
xenofobia a sus semejantes como resultado de haber soportado durante
nueve siglos la dominación de los árabes, y que propicio que le adosaran a su A.D.N el estigma de la
discriminación y un infundado complejo
de superioridad que no estaba bien configurado y que lo asimilaron y en gran parte fue el sustento de su espectro
cultural y cosmovisión, pero, en los
nueve siglos que sus territorios estaban sometidos, vivían afligidos y
desesperados en una dualidad permanente tratando de aferrarse obcecadamente a
su sentimiento cristiano o tratar de optar por el islamismo que amenazaba con
inusitada fuerza , que estuvo por
quebrar la fe los ocupantes de la
península ibérica. Cerca de un milenio convivieron moros y cristianos aparentemente.
Nosotros
los de América, especialmente el Perú donde se desarrolló nuestra milenaria cultura, fuimos y somos eminentemente panteístas, los
que nos precedieron fueron astrales y cósmicos, sólo accedían y respetaban
los designios naturales, y se adecuaban a ellos, vivían en comunión y armonía permanente con la naturaleza, las
mutaciones cíclicas de nuestra tierra, (Pacha Mama) los tenían codificados,
para ello recurrían a
observatorios, monitores del
tiempo, e intihuatanas donde metafóricamente lo tenían al sol amarrado para que
no nos abandone, porque eran conscientes de que el día que no salga el sol, era
el fin de todo, se apagaba el entorno de vida y consecuentemente morían dioses
y hombres, (En Quechua Inti significa
sol, huatana amarrado) conocían de sus
bondades, nunca admitieron los
designios divinos, porque los que
vinieron en nombre de Dios, cuando llegan para someternos nos mostraron como escudo el rostro de un Cristo
horriblemente ensangrentado, agónico, ese gesto les dio un mal augurio y desde ese entonces el semblante de los
nuestros se transformó en depresión y nostalgia, salpicándonos inevitablemente
sus angustias y desencantos, acompañado de una parafernalia que contrastaba con
nuestra cosmovisión, tampoco aceptaban los designios humanos que eran
susceptibles de improntus y excesos de
vanidad, ambición y egolatría que devenían en actitudes poco centradas que
inquietaban la paz de la comunidad.
De
acuerdo a la concepción física de nuestro mundo, el oro constituía el sudor
del sol, deidad suprema, y la plata
significaba las lágrimas de la luna, y al morir le abrían un vientre a la
tierra, y los adecuaban en posición fetal como estuvieron antes de su concepción, y los depositaban reverentemente en un
lugar que reunía especial atracción
magnética, esotérica, telúrica,
cósmica, para iniciar el viaje a la otra dimensión de su existencia y con
otra cobertura de tiempo, pero iban empapados con los efluvios de los dioses
consistente en ornamentos de oro y plata para que sus destellos los ilumine en
la noche de los tiempos, y estar en
permanente comunicación gracias a su ultrasensible telepatía.
Pero
cuando llegan los conquistadores, para ellos el oro y la plata tenía otra
cobertura, le dieron un significado eminentemente económico y su desmedida
acumulación les otorgaba poder inusitado, y para lograr sus funestos propósitos
a los nuestros irreverentemente los despojaron de sus atuendos y ornamentos,
profanando todas sus tumbas y las fundieron para que su transporte sea más
funcional.
Gracias
al oro que nos hurtaron se implementaron en España y en toda Europa
astilleros donde fabricaban sólidas
estructuras de acuerdo a su ambición
para reemplazar las endebles
carabelas que ya no podían
soportar el peso de todo lo robado y que despertó la ambición de la flema
inglesa, tan es así que la reina entro en complicidad y no tuvo
ningún reparo en pactar con temibles corsarios ladrones de alto vuelo
para interceptar las naves cargadas del preciado metal que cruzaban el
Atlántico, para compartir esa riqueza mal habida, que fue la razón de
su poderío, y que fue el sustento de la filosofía de la cultura del robo que en
el siglo XXI con mucha sutileza la han perfeccionado muy disimuladamente y que
genéticamente sus miembros son portadores y emerge inusitadamente en cualquier
circunstancia y los herederos de las más
emblemáticas monarquías algunos de sus miembros las ponen en práctica
para proseguir con esa proyección satánica.
Todo
el Oro material del Perú, sirvió para que las decadentes monarquías puedan
volver a disfrutar de esa parafernalia
de palacios, alfombras, lujo y boato, a costa de la profanación de todas
las apachetas y centros ceremoniales más
emblemáticos de la cosmovisión
andina, que las saquearon
inmisericordemente y aún siguen con este
vil propósito y para justificar esta actitud poco decorosa, implementaron
instituciones como universidades, clubs,
bancos, sentimientos religiosos, y autoridades a la medida de su ambición, y a
la distancia digitaban y digitan nuestro destino, y aún lo siguen haciendo,
y para facilitar el transporte de las
riquezas que nos saquean precisan de canales artificiales para acortar
distancias y para que discurran las
modernas carabelas de acero de mayor eslora, para ello descuartizan continentes
sin importarles la trama geológica de las que están premunidos
comprometiendo su consistencia que está
precipitando eventos telúricos de
imprevisibles proyecciones, amén de que la depredan, sobre explotan, contaminan
este patrimonio natural único en el mundo.
Felizmente
como resultado del cónclave que efectúan periódicamente los más prominentes
científicos que todos los pigmentos y latitudes que escrutan lo que ha concebido el hombre de todos los
tiempos y que ya lo tienen codificado en excelentes memorias de gran cobertura
y alta resolución, han colegido que toda la aventura del hombre se interpreta y
se define recurriendo al gen y al átomo,
en especial para conocer nuestros orígenes que hasta no ha mucho eran
ignorados, y recurren al átomo y su
mutación para obtener su real cronología
que ostenta con un mínimo margen de error
y secuencialmente bien definida confrontando evidencias materiales que
ostentan inalterables sus características por milenios.
El
gen es ese microscópico y ultrasensible ship
biológico que para su configuración la
naturaleza ha demorado millones de años, habiéndole dotado de especial
consistencia para resistir todas las mutaciones propias de la evolución y
haberle engarzado un disco duro donde está impreso toda nuestra memoria
codificada que aflora repentinamente en
las circunstancias que se precisa, amén de que celosamente guarda con un
especial hermetismo, semejando una caja
negra todas nuestras características referentes al fenotipo, biotipo y genotipo
que define el genoma social de los
grupos étnicos que habitan el planeta
llamado tierra, cada cual ostenta sus características bien definidas que lo
tipifican, y que definen su paisaje humano, pero, no está inmune a la
soberbia del hombre que ya empezó a
manipularla maquiavélicamente que está alterando y distorsionando
peligrosamente la sabia disposición de
los códigos genéticos y su A.D.N, que está repercutiendo en la actitud por demás negligente que está asumiendo
nuestra especie.
Para
conocer nuestros orígenes se realiza un minucioso rastreo para saber genéticamente quienes han sido nuestros
ancestros, esto está plenamente desvelado por los tres últimos Premios Nobel de
Química 2,015. El sueco Tomas Lindanl
(77), el estadounidense Paúl Modrich (69) y el turco estadounidense Aziz Sancar (69), el mérito de estos
científicos consiste en explicar con su trabajo la composición, su mutación y
el deterioro y como se repara el A.D.N. de los humanos y cómo se recupera de los daños que se advierten.
Lindanl
el mérito que ostenta es tratar de fundamentar con su trabajo como se repara el A.D.N. humano de los daños que sufre, es una restauración a nivel
molecular de los genes que realiza la célula, Modrich fue reconocido por su
trabajo de cómo se recupera el A.D.N. cuando sufre alteraciones al duplicarse
cuando la célula se divide en dos, y Sancar fue galardonado por mapear los mecanismos que usa la célula para
restablecer el A.D.N. que ha sufrido mutaciones por la radiación ultravioleta.
“La vida como hoy la conocemos, es totalmente dependiente de los mecanismos de
reparación del A.D.N. muy sutilmente agregó que ayuda a curar el cáncer, sumado
al poder de resiliencia que ostenta la naturaleza, con estos valiosos aportes
muchas de las actitudes que está asumiendo el hombre por demás inaceptables
deben tener una explicación, y que indiscutiblemente es la consecuencia de la
mutación genética que está derivando en una promiscuidad de los componentes de
nuestro A.D.N, y la trama de sus
cromosomas, que en vez de ser un factor decisivo para una adecuada
evolución, está propiciando una
involución irreversible, y alterando la configuración que ostenta cada etnia en
su mapa genético que es ultrasensible y está propiciando distorsiones que se reflejan en el comportamiento que
asumen los conglomerados humanos expresadas en su genoma social, y en pleno Siglo XXI es víctima de actos y gestos poco centrados que se advierte en el
comportamiento que está asumiendo nuestra especie.
Con estos fundamentos que son más que
suficientes, se sustenta con el rigor científico que se precisa, que las etnias que habitaban este Hatun Suyo,
(Región Grande en Lengua Quechua o América.) hasta antes del 12 de octubre de
1,492, su configuración genética está ligada estrechamente con el A.D.N., que
define el fenotipo, genotipo, y biotipo y
que tiene más afinidad con las
etnias del Oriente, y en su configuración ha jugado papel determinante
en la trama de sus cromosomas y el tipo de sangre que eran contrapuestos con
los que vinieron en esas endebles carabelas, que estaban tripulados sólo por hombres, y que es otro factor aún no develado.
Esto
fue determinante para tipificar las etnias que empiezan a habitar nuestra
América, en la que se advierte la
presencia de cuatro tipo de pueblos y quizá más que emergen en las circunstancias
ya conocidas y son los siguientes:
1.-
Los Pueblos Testimonio.- Son aquellos que habitaban nuestra América antes
del descubrimiento ocurrido en el año de
1,492 de milenaria data, vinculados genéticamente con los del Oriente, y esto está plenamente comprobado por el
fenotipo, genotipo y biotipo que ostentamos, pero, aún no se ha establecido quién influjo a quién y
que la arqueología genética lograra esclarecer en un futuro no muy lejano este
enigma aún no develado. Esos pueblos de milenaria data son México y Perú, que
tienen Genes y Memes consistentes y que
nunca morirán mientras dure la aventura del hombre, y que genéticamente somos
diferentes a los que nos sometieron y
nos impusieron a sangre y fuego sus designios, trauma que aún no lo hemos podido superar, pero estamos en
trance.
2.-
Los Pueblos Trasplantados. Son aquellos que ocupan nuestra América, vía coloniaje
o conquista, ellos ostentan diferente fenotipo, biotipo y genotipo, son
solamente inquilinos de estas tierras, porque son portadores de su espectro
cultural, que se conoce como genoma social, consistente en su idioma, su arte,
sus costumbres, vicios, etc., etc.,
lo que ahora se denominan Memes, arrebatan prepotentemente los
territorios de los Pueblos Testimonio, porque vienen insuflados de poder ilimitado y en complicidad de un
Derecho que doctrinariamente es la prolongación del Derecho Romano, que es
inhumano y decididamente confiscatorio.
En
América del norte sus exponentes más emblemáticos son Estados Unidos y Canadá,
y en América del Sur, están representados por Argentina, Uruguay y Chile, ellos
difieren en su fenotipo, biotipo y
fenotipo, con los nuestros porque son el producto de acentuada promiscuidad
genética, ellos respiran socialmente por los poros de Europa, y se sienten genéticamente
ligados a ellos, además porque aducen ser blancos, y es aquí donde nace la
odiosa discriminación que soportan los Pueblos Testimonio, desde hace
siglos, especialmente el Perú.
3.-
Pueblos Nuevos. Son aquellos que ostentan variedad en su genoma social, no
existe unidad genética, que está expresada en su biotipo, genotipo y fenotipo,
no se advierte unidad étnica, han surgido debido a que se sacan la lotería
ecológica, y gracias al petróleo y al
caucho, nacen como pueblos y que son de reciente data, ellos son Brasil y
Venezuela.
4.-
Los Pueblos Emergentes. Son aquellos que de las raíces profundas de los genes y
los memes de los pueblos testimonio, están renaciendo con inusitada
contundencia, para recuperar nuestra identidad, si lo españoles suportaron
nueve siglos la dominación de los árabes y los expulsaron nosotros lo haremos
en menos tiempo.
Aquí
radica a mi modesto entender, lo que está ocurriendo en nuestra América desde
el 12 de Octubre de 1492, que
irónicamente la he denominado el Día de la Risa, y lo he suplantado con el que
inmerecidamente ostentabas el del Día de
la Raza, o también conocido como el día de la hispanidad, argumento que tomo como sustento con lo que arguye el Doctor
Scoll Weems que lleva dos años estudiando el humor y sostiene que tanto el factor sorpresa como las
diferencias culturales juegan un papel trascendental cuando se trata de sacar
una carcajada, que me ha motivado cambiarle el eslogan, que muy sutilmente me
da risa.
Con
estos argumentos colegimos que en el Siglo XXI que se le ha signado como la era
digital, y que contamos con la complicidad de excelentes memorias de alta
definición y especial cobertura y con la concurrencia de especialistas de todas
las ciencias, que ya tienen codificados las vivencias y experiencias de todo lo concebido por los que nos han
precedido y sincronizando con especial sinergia este abanico de experiencias
que constituye el espectro más transparente del sincretismo de la aventura del
hombre, tan discutido e incomprendido, y a la vez satanizado, por especímenes que instintivamente comparten
nuestro entorno, a pesar que contamos
con un porcentaje ínfimo de las vivencias del pasado del hombre, aún queda un
porcentaje de mayor proporción por develar y que constituyen los grandes
eslabones que no están perdidos y que están por escrutarse para completar en
parte la verdadera trama de nuestro pasado.
El
hombre único actor de su propia historia que ha recorrido por diferentes rutas,
senderos, caminos, cada uno portando su herencia genética y que vive en
permanente pugna consigo mismo y con aquellos que ostentan diferente genoma
social, desde sus inicios ha compartido y se ha nutrido de filosofías,
vivencias, experiencias, sentimientos,
gestos y actitudes, en unas ha convivido y en otras ha discrepado lo que ha
posibilitado su permanente superación, y paralelamente a precipitado que se
susciten pugnas y confrontaciones que han derivado en guerras algunas
irreconciliables donde los complejos ha sido factor determinante, y en especial
sus sentimientos religiosos, para imponer a los vencidos los designios de los
vencedores, y que en muchos casos su
presupuesto de erudición de éstos no
tenía el mérito y la contundencia del vencido, como lo que ocurrió en nuestra
América, en especial el Perú.
Gran
parte por no decir todo lo que se ha plasmado recurriendo al ícono y que se ha
descubierto y estaba plasmado en petro-grabados, en murales, en ceramios, en
tejidos, en lito-esculturas, y perfiles arquitectónicos, aún pese a las mejores
intenciones no se ha logrado desvelar plenamente la verdadera urdimbre del
pasado de las etnias que han vivido antes que nosotros y que nos han legado
evidencias que ni la erosión, la depredación, la insensibilidad, la ambición, discriminación y el tiempo no las han podido borrar definitivamente esas
huellas materiales que ostentan un valor
indiscutible y que desafían todas las inclemencias y discriminaciones.
Gracias
al aporte del Premio Nobel de Química 2,015 Aziz Sancar, que ha penetrado
sigilosamente en los misterios del gen, quién tuvo el genial acierto de
mapear los mecanismos que usa la célula
para restablecer el A.D.N. que ha sufrido mutaciones, y deterioros ahora
podemos colegir que el mapa genético de cada etnia o grupo humano es decisivo y
determinante para conocer sus
componentes que inciden directamente en la configuración del fenotipo, biotipo,
y genotipo que es el factor para
establecer la razón del pigmento que ostenta,
de la estatura que posee, de las característica de su arquitectura
humana, que ha precipitado los cambios genéticos, que de acuerdo a sus
componentes el proceso de mutación en
algunas etnias son afines y es posible en salto cualitativo, pero en otras precipitan
clamorosas distorsiones que se reflejan
nítidamente en la actitud que está asumiendo el hombre por demás discordantes y
que en muchos casos ya limitan con la paranoia, que no advertimos en otros especímenes que comparten
nuestro entorno.
América
desde la llegada de las primeras carabelas hace más de 500 años, ha soportado
una agresión genética de imprevisibles
consecuencias, producto de la promiscuidad que han soportado algunos grupos que
nos sometieron y que llegan a nosotros atraídos por la riqueza y los encantos
que posee nuestra América, y esta
actitud ha sido motivo de la distorsión clamorosa de nuestro mapa genético que ostentaban nuestras
etnias en especial el referente a su
fenotipo que gracias al barro endurecido por el fuego y las manos prodigiosas y
la destreza de los primeros alfareros, sus rasgos más significativos desafían
los siglos, y ante su infundado complejo
de superioridad ha propiciado actitudes de xenofobia y discriminación, tomando
como pretexto el pigmento, y la arquitectura humana donde se advierten algunas
proporciones para ellos poco decorosas, y que después los griegos trataran de
emular la perfección humana, en lo
referente al hombre idealizaron al Dios Hombre Apolo, y la Diosa Mujer Venus o
Afrodita, y que era el límite al que debían aspirar las culturas y grupos
étnicos que sucumbieron bajo el flujo de la Cultura Occidental, todos los
grupos trataron de que su paisaje humano sea afín a estos patrones, inclusive
para acceder a los cargos más representativos y emblemáticos debían ostentar
este fenotipo que después van a derivar en personajes a los que les atribuyen
especiales atributos y conciben categorías de reyes, príncipes, duques,
varones, marqueses etc., etc., y los
desposeídos que eran víctimas de su
odiosa discriminación y soportaban todo
el peso de su parafernalia y en un gesto sin precedentes deciden terminar con
estos privilegios y se suscita la
Revolución Francesa y las cabezas de los monarcas decapitados van a rodar por
los suelos en complicidad con la
guillotina, y recientemente un historiador ha argumentado, que para terminar
con estos espejismos sociales las demás monarquías debían haber corrido la misma suerte.
Aparentemente
pareciera que se hubiese terminado con esas
formas de gobierno y sus privilegios, pero lamentablemente sólo se cambió
la forma, pero el fondo mantenía su
esencia, lastimosamente la república institución que suplanta a las monarquías
pero por falta de un genoma social consistente, cuando se instauran en nuestra
América distorsionaron sus buenas intenciones por los cuales se optó por esta
forma de gobierno ante el asombro de los pueblos testimonio que ostentaban
vínculos más sólidos y consistentes que los de la república, y surgen movimientos y líderes que
pugnan para reivindicar a los pueblos que habían sido sometidos a sangre y
fuego, pero, asumieron el liderazgo con honrosas excepciones de algunos que
ostentan el fenotipo, biotipo y el
genotipo de los pueblos testimonio, y es donde comienza la distorsión y
la disgregación de las pueblos de América, y es aquí donde se inicia el
descuartizamiento del genoma social de nuestras etnias.
Estamos
viviendo inexplicablemente e increíblemente en la era digital, gracias a la mutación del átomo ya sabemos la
edad de la tierra ostenta más de 4,500 millones de años, codificadas en cuatro
eras, cada una de ellas con sus propias características y sus respectivas
cronologías, que el tiempo las ha ido apretando con una secuencia irrefutable y
cada estrato guarda herméticamente todas las evidencias materiales que son el
sustento del proceso de evolución de las
especies de flora y fauna algunas por el correr del tiempo yacen
petrificadas y otras en trance, y que ha posibilitado postergar definitivamente
los fraudes y distorsiones que incurre
la historia para interpretar el pasado cuando se advierte la ausencia de la hermenéutica y heurística
para su brevísima cobertura, pero los
últimos 100,000 años han sido determinantes para lograr el espectro de la
aventura del hombre.
América
nombre que indebidamente lo ostenta, y cuya denominación debe ser Hatun Suyo,
(Región Grande en Lengua Quechua) y de acuerdo a la arqueología genética y como resultado del rastreo los
científicos nos vienen desvelando, que
por el fenotipo, genotipo i biotipo que muestran los nuestros y como
resultado de la sincronización y codificación de todos los elementos
diagnósticos, se colige que los nexos que ostentamos tienen más afinidad con
las culturas del Oriente, que con los de
Europa que nos sometieron a sangre y fuego, y que esta refrendado por el pigmento, estatura, y nuestra arquitectura
humana y
parte de su cosmovisión.
Por
esta razón tenemos que admitir que desde los orígenes del universo, que aún
se mantiene en misterio y es un enigma aún no develados de planetas y planetoides, asteroides,
galaxias, etc. etc., y en especial
nuestra tierra que tiene la edad de 4,500 millones de años calculados con
métodos radioactivos.
La
tierra no escapa a los designios del universo todo, desde su aparición en la
escena celestial, se han suscitado infinidad de eventos de toda índole
astronómicos, geológicos, arqueológicos, históricos, genéticos. etc., etc.
Nuestro
globo terráqueo asemeja una inmensa caja fuerte donde permanecen
aprisionados por el decurso del tiempo
infinidad de evidencias materiales de flora y fauna, y cada estrato es una
capsula del tiempo y yacen petrificados conservando sus características y
las de su entorno, con referencia al paleo-clima, causas de su
mutación o extinción, y factores que han posibilitado los saltos cualitativos y
cuantitativos que con extraordinaria minuciosidad con apoyo científicos se
vienen desvelando y codificando y que ahora
constituye el banco de toda las vivencias y experiencias que asumió en
todos los tiempos.
Esta
es la razón porque recién ahora se está ordenando el recorrido del gen, desde
sus orígenes en el África, sin descartar la posibilidad de otras opciones,
pero, esta última es la que tiene hasta el momento más evidencias.
En
una reciente visita al Oriente, pude constatar que al sur del Cayro, aun
milagrosamente sobrevive el grupo étnico de los Nubios, que pese a la odiosa
discriminación y la marginación conserva casi intactos su fenotipo, biotipo y genotipo, amén de sus
atuendos y su hábitat.
Esta
experiencia me invito a la reflexión y argüir que la travesía del gen desde el
centro del África a los demás continentes de su entorno, está sustentada por
evidencias materiales que hasta el momento son las más consistentes que otras
carentes de del rigor científico que se precisa, inclusive su migración coincide con el paleo clima que está
refrendada por los cambios
climáticos los mismos que han incidido
en su travesía y en su despigmentación y en la configuración de su arquitectura
humana que definen el fenotipo, biotipo y genotipo de cada etnia, que incide en
el paisaje humano de cada conglomerado humano que vive en las diferentes
latitudes de nuestro planeta.
En
nuestra América, habitaban según los entendidos hasta tres grupos de pueblos,
pueblos primitivos, pueblos intermedios y pueblos que ostentaban
características de alta cultura, como México y Perú.
Los
imperios hegemónicos que nos sometieron
en especial el Ingles le arrebataron al imperio Maya gran parte de su
territorio. Inclusive a los pueblos originarios como los pieles rojas y a otros
casi los exterminan porque les estorbaban en su plan geopolítico de expansión,
pero el acierto si así podemos llamar a
su actitud fue que mantuvieron su genoma social y evitaron el mestizaje, y
hasta cierto punto sus características en lo referente a su fenotipo, biotipo y
genotipo no sufrió la promiscuidad de su A.D.N. y su trama cromo-somática
y mantuvo aparentemente su paisaje
humano, no siendo así con el imperio portugués y francés que no mantuvo sus características, y se advierte distorsión de su configuración
de su fenotipo, genotipo y biotipo.
Pero,
lo ocurrido con el Imperio Inca, debe preocuparnos debido a que los españoles
vinieron solos, y el primera experiencia fue entre el Noble Garcilaso
de la Vega, quién desposo con una noble de la Aristocracia nativa,
mestizaje cuya proyección genética debe ser interpretada con el rigor
científico que se precisa.
Atraídos
por la riqueza que ostentaba nuestro imperio, los españoles se vieron en la
ineludible actitud de esperar a las mujeres provenientes de España, esta
es la razón por la que nuestro
territorio fue poblado parcialmente por blancos y criollos o sea dicho de otra
manera por blancos que eran los españoles y los criollos estaban conformados
por los hijos de los españoles nacidos
en nuestros territorios, y donde se advierte
cierta pureza genética, después de esta convivencia recién se producirá el mestizaje que es la consecuencia de la unión de los criollos con los nativos y nativas,
donde ya se produce distorsión genética
referente al fenotipo, biotipo y genotipo, cuyas consecuencias la hemos advertido en el transcurso de la colonia y la
república y esta
actitud da inicio a la más odiosa
discriminación que aún subsiste con las consecuencias ampliamente conocidas.
América
Étnica. De acuerdo a la genética.
Aún
pese a todos los esfuerzos desplegados
por instituciones y científicos para desvelar los orígenes de las
primeras etnias que poblaron nuestra América en las diferentes latitudes existen eslabones perdidos, y que
gracias a la arqueología genética se está tratando de esclarecer la variedad de
fenotipo, biotipo y genotipo y en especial los orígenes de las lenguas y
dialectos que desde siempre se han hablado y cuyos nombres primigenios de gran
parte de su toponimia milagrosamente su toponimia que es una valiosa referencia
para esclarecer la influencia que ha recibido.
El Capac Ñan y
la integración genética del Atun Suyo.
Nos
ocuparemos en esta oportunidad de la integración de América, en especial en lo referente a
nuestra América del Sur, donde nació, creció y
se desarrolló el gran Tahuantinsuyo, al respecto se han esgrimido
infinidad de teorías desde las más inconsistentes y otras que han tratado de
acercarse a la verdad, pero casi en todas las propuestas se deja traslucir una
inaceptable discriminación, y en la mayor de las opciones han obviado el
aspecto lingüístico debido a que todos
los nombres de América aún sobreviven milagrosamente algunos topónimos que nos refieren su procedencia y
consecuentemente su influencia y las etnias de donde proviene su toponimia.
De
los más de 3,200 dialectos y 800 idiomas
que el hombre ha concebido desde sus orígenes, muchos se han extinguido
y otros han sido extirpados por la
fuerza como ocurrió en nuestra América cuando llegan los españoles para impedir
su comunicación tuvieron que proscribir definitivamente nuestras lenguas por
ostentar mejor y mayor contexto que el español o castellanos, pero, pese a esa
acción discriminación y atentatoria que han soportado han sobrevivido y superado todas las adversidades y renace por la fuerza étnica que ostenta con
una contundencia inusitada e increíble.
Gracias
a la globalización, en especial a la sincronización de los medios de
comunicación, en complicidad con la vía satélite, cada día se descubren
evidencias materiales en las diferentes latitudes que ocuparon nuestros
ancestros, y gracias a la arqueología genética se están complementando los
eslabones perdidos de la secuencia cultural de la aventura del hombre desde
hace más de 100,000 años y que codificadas y confrontadas con el criterio
científico que se precisaba, ya tenemos en parte la secuencia y la influencia
de todo se devenir tan discutido, que hasta no ha mucho era un enigma, y se le
pretendió dar un sesgo eminentemente discriminatorio, para hacer prevalecer el
complejo de superioridad en función del pigmento y la estatura.
La
Gran Cultura del Tahuantinsuyo, tan discriminada y postergada por propios
y extraños, gracias a la sincronización
de criterios, recobra inusitada trascendencia.
El
abanico de ciencias a las que se recurre para interpretar el pasado de la
aventura del hombre, algunas injustamente postergadas e ignoradas, están supliendo a las que inmerecidamente les
otorgaron inusitado protagonismo y que distorsionaron clamorosamente el
verdadero espectro.
Ahora
se habla de arqueología genética, astronomía, de mutación atómica, de
paleo-clima, de iconografía, de geología histórica, de ecología, lingüística,
antropología física, antropología cultural etc., etc. y recurriendo a
ordenadores de última generación y de gran resolución y alta fidelidad, se está
desvelando quienes fueron los primeros pobladores de América, su procedencia,
las rutas que eligieron para arribar o emigrar, que definieron su fenotipo,
biotipo y genotipo que sus características determinantes para conocer nuestros
orígenes.
Todo
esto es posible desvelarlo porque el aparente progreso y la falsa modernidad
que le están imprimiendo a la interpretación de nuestro pasado de toda la
herencia material en inmaterial concebida por los que nos precedieron que no es referente más
transparente de lo que realmente ha
ocurrido en nuestros territorios donde se advierte clamorosamente
discriminación y distorsión, que ahora sincronizando todos los elementos
diagnósticos y recurriendo a especial sinergia sin precedentes estamos logrando
acercarnos al espectro que se acerca la realidad de lo que ha sucedido antes de
ahora en nuestros territorios y que fue el sustento para ser considerada una de las presencias
culturales más emblemáticas del planeta.
Al
margen de los genético, lo étnico, lo idiomático, lo cultural refrendado por su
cosmovisión eminentemente panteísta para lograr su integración plena, muy
sutilmente se soslayó uno de los aspectos más determinantes y que es el referente a los caminos que integraban
a los cuatro Suyos: el Antisuyo, el
Contisuyo, el Collasuyo y el Chinchaysuyo.
La
conquista fue tan brutal y traumática, que no dio tiempo para que se tomara conciencia de lo que realmente estaba sucediendo en todos los vastos territorios del imperio del
Sol.
Los
caminos o también conocidos como Capac Ñan, unían el mar, los andes y la selva,
concebidos por los ingenieros de la piedra de 4 a 8 metros de ancho, con
piedras pulidas y las unían con gredas especiales que se compactaban con la
humedad y para resistir inalterables la radiación solar, optaron por
adosarles una gradiente de 3 a 6 por ciento para su fácil
accesibilidad de los chasquis que habían
dos clases: los churumullo-chasqui o simple mensajero y jatu-chasqui o portador
de carga, estos senderos fueron tan bien concebidos, que en toda la ruta instalaron
tambos, colcas donde implementaron pascabas de aprovisionamiento de alimentos,
bebidas, es por ello que a lo largo de toda la ruta, se consideraba la
cercanías a puquios donde se advertía la existencia muchanas o vertederos de agua.
La
genial intuición de los que diseñaron el trazo, estaban dotados de especial
prospección y proyección geopolítica, para ubicar los sitios estratégicos para
lograr una mayor fluidez y fácil accesibilidad, tan es así que los puentes que
erigieron los conquistadores usaron como referencia los cimientos de los puentes
colgantes, que sin necesidad del G.P.S. los ubicaron en los hitos más
estratégicos y que la moderna ingeniería reconoce este genial acierto.
Este
agreste orografía, incontrastable difícil y en algunos tramos inaccesible
fue superada con creces, debido a que
eligieron la línea más funcional y operativa, reduciendo el ancho prudentemente
en los hitos más difíciles de constitución pétrea que recién después de más 500
años se les está revalorando, por su eficiencia.
Por
estos caminos desde épocas inmemoriales
transitaron hombres identificados con la cosmovisión andina, identificados con
su bien definido fenotipo, genotipo y biotipo, que fue el factor
decisivo para postergar la discriminación que nos imponen los
conquistadores.
Por
estos caminos cotidianamente se intercambiaron los frutos de la pacha mama de
variada experimentación genética, no en vano hemos aportado una gran variedad
de especímenes gracias a que contamos con 82 pisos ecológicos de los 120 que
han clasificado los más prominentes especialistas, y ocho regiones naturales
que bautizaron con topónimos quechuas que describen sus características, región
Chala de cero metros a los 500 metros de altitud, Ghagia de 80 a 400 metros de altitud, Rufa Rufa de 400 metros a 1,000 metros de
altitud, Yunga de 500 metros a 2,300
metros de altitud, Quechua de 2,300 a
3,500 metros de altitud, Suni, de 3,500 a 4,100 metros de altitud, Puna de
4,100 a 4,800 metros de altitud, y Janca de 4,100 a más de altitud. En esta área de variadas
altitudes experimentaron genéticamente con plantas y animales habiendo aportado
especímenes más que ninguna otra civilización, como el maíz, yuca, camote,
papa, (4,200 variedades) Aracacha, Caihua, Coca, Palta, Tarhui, Mashua, Olluco, Chirimoya, Guanabana,
Papaya, Tumbo, Granadilla, Guayaba, Tuna y Pacvai, ey en sector
cordillerano Quinua, Caihua, Quihuicha y Papa, amén de que desarrollaron el
algodón y le adosaron colores, mientras que en el Oriente en la India aportó con el Trigo, Cebada, Arroz, Algodón, y en la China
experimentaron con el Arroz y el Trigo. Europa con la cultura del ocio tan sólo
aportó con la vid.
Nadie
a merituado el aporte de nuestra cultura al mundo, hemos evitado que millones
de seres de otros continentes mueran de inanición, la papa es tan sólo una
referencia digna de ser emulada y desde entonces nadie nos ha pagado un céntimo
de la patente que hemos debido instaurarla.
Por
esos caminos desde épocas inmemoriales hubo un fluido intercambio de
especímenes, vivencias y experiencias, que al margen de haber sido el factor
determinante para lograr una sólida integración étnica, fortaleció el aspecto
de su aspecto emocional, de su fenotipo,
sumado a la uniformidad de su paisaje humano, y el intercambio de nutrientes
gracias a los caminos pudieron disponer de granos y tubérculos que ostentaban
y animales que conformaban su dieta
cotidiana que parte de un menú equilibrado, y recurrían a técnicas de
preservación de alimentos por tiempo prudente sin perder sus bondades
nutritivas.
De
acuerdo al rastreo efectuado por los
estudiosos del pasado, y pese a que la indiferencia y la discriminación
de un falso progreso y aparente avance tecnológico, aún existen rastros que
desafían al tiempo, a la espera de una auténtica política cultural no se ha
reivindicado plenamente nuestra legado pasado que es invalorable.
En
Gran Tahuantinsuyo, estaban unido por varios senderos, gracias a la tarea
escrutadora se han logrado
codificar hasta seis escrutadas con
criterio geopolítico por los tucuy ricuc,
el primero de estos recorría la costa y el mar del sur; el segundo unía
Choclocoha, Carachi, Quilcatra y por debajo de Usucocha, el tercero iba por
Huayllcucho, Queccamachay, Pomama, el
cuarto unía Vilcashuaman, Andahuaylas Abancay, Guamanga, Tayacvaja y Jauja, el
quinto penetraba a la montaña: y el sexto salía de la selva al mar, cada una
de estos caminos estaban bien
señalizados, y disponían de tambos y puquios, pacchas para que el caminante se provea de la ración
cotidiana prudente para mantener su vitalidad, y su bien conformada escultura
humana, todos esos hitos eran bautizados como pascanas.
Pero,
para una autentica interpretación es
requisito conocer y dominar las lenguas aborígenes, y cada sitio era descrito
con extraordinaria precisión y uno antes de llegar al sitio ya sabía lo que
iba a encontrar como por ejemplo
Chalhuanca, que se descompone en Challhua que significa peces, y Anka, también encontrara tostado,
intimpa, lugar donde crece la planta dedicada al sol, Chaupi Mayo, en medio de
los ríos. Etc., etc.
Esta
política vial que unía geopolíticamente desde
Pasto en Colombia hasta el río Maule en Chile, con ramificaciones
transversales, fue el resultado de singular
proyección y prospección que fue cercenada por la conquista, el
virreinato y la incipiente república que no termina de configurarse.
Por
estos caminos genialmente concebidos, durante siglos hemos intercambiado los
productos para lograr una dieta equilibrada de nutrientes, que fortaleció por
generaciones nuestras etnias, y que con intuición y reflexión haber logrado las
técnicas más sorprendentes en todos los campos, inclusive en la medicina.
Pero,
esta desprendida generosidad no admitía
suspicacias para los nuestros, lamentablemente cuando soportamos la brutal
conquista revertió esta intención, y por estos caminos bien trazados les sirvió para que con la celeridad que ellos
mismos no comprendían, se transportó todo el oro, la plata, especímenes para
nutrir a otros pueblos allende los mares que no tenían esa variedad que
concebimos.
Esos
caminos lo utilizaron para penetrar con
sofisticada tecnología de dominación para
seguir sometiéndonos con especial contundencia que hasta ahora tenemos
que seguir soportando.
Esos
trazos genialmente construidos sirvieron
de referencia, para reemplazarlos por
hitos, empiezan a implementar líneas férreas que como pulpos de acero
discurrían locomotoras para extraer los minerales de todas las calidades, y
modernamente han habilitado pistas asfaltadas que resisten el discurrir de volquetes que transportan
hasta 200 toneladas y nos hacen consentir que las implementan para que
discurramos nosotros en vehículos inseguros y desfasados y hasta destartalados.
Estos
caminos es parte de la grandeza del Tahuantinsuyo, en próximas entregas les
daremos a conocer otros aspectos
determinantes de nuestra grandeza.
Estos
caminos o rutas difieren con las denominadas rutas de la seda cuyo sustento era
el lujo y el boato, la ruta del opio,
cuya finalidad era transportar el alucinógeno portador del vicio.
Esas
endebles carabelas después de más de 500 años las están supliendo con carabelas de acero de 400 metros de eslora y con una capacidad
para el transporte de 400,000 toneladas, prestas a llevarse el oro azul que es
el agua y que ahora lo precisan, debido a que ya están estoqueados de los otros
minerales inclusive el oro.
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