Manuel Huanqui
Hurtado
Machupicchu,
representa en el consenso de la cultura universal, uno de los perfiles
arquitectónicos y arqueológicos de mayor connotación, dotado de un colosalismo
y monumentalidad nunca antes concebida ni igualada por otras civilizaciones.
Constituye
el hito más trascendental, el de mayor singularidad de todos cuanto existen en
este hemisferio.
La
ciudadela precolombina de Machupicchu, considerada por los más prominentes
expertos, como la semblanza arquitectónica de inigualable perfil, premunida de
singular majestuosidad, ostenta impresionantes paisajes que le imprimen a su
entorno especial equilibrio ecológico y magnético, en comparación a otros que
constituyen los más representativos de la Cultura Universal.
Quienes
amamos nuestro legado ancestral, conformado por infinidad de manifestaciones
tales como la ciudadela de Machupicchu. Por su trascendencia ha sido ungida
como Patrimonio Cultural de la Humanidad y recientemente elegida como la
primera maravilla del mundo de todos los tiempos, por esta razón tenemos el
deber y la obligación moral de protegerla, porque representa una de las
evidencias materiales de esa interminable cadena de estructuras que erigieron
nuestros antepasados a lo largo y ancho de los Cuatro Suyos.
Los
que no han tomado conciencia de la verdadera importancia de nuestro pasado,
están a tiempo de escrutar y penetrar en la trama de sus orígenes para conocer
el verdadero mensaje que nos legaron.
Nuestros
predecesores, vivieron premunidos de especial mística e imbuidos de singular
Prospección y Proyección Geopolítica del Espacio Andino.
Los
nuestros antes de elegir el entorno para delimitarlo como epicentro donde se
desarrolló la Cultura Andina, en los vastos territorios que tenían a su merced,
previamente realizaron un minucioso rastreo de los ambientes naturales de toda
América.
Conocedores
de los cambios geomagnéticos que conlleva esta mutación, decidieron asentarse
en la región más abrupta, incontrastable, difícil e inaccesible; pero, la mejor
dotada de recursos materiales y ambientales geopolíticamente hablando, se
ubicaron estratégicamente para realizar eficiente control vertical de las
diversas regiones ecológicas, con una proyección de sobre vivencia de por
siglos.
Recién
después de prolongada experimentación, esa proyección de sobre vivencia, está
siendo comprobada por cientìficos de otras latitudes que rastrean otras
evidencias, los perfiles arquitectónicos que nos legaron, poseen singulares
características como la ciudadela precolombina de Machupicchu, que es el mejor
símbolo de colosalismo y monumentalidad de América Nuclear de típica
manufactura ancestral, que recién está siendo revalorada.
Nosotros
los peruanos tenemos la imperiosa obligación de proteger ésta ciudadela pétrea,
porque constituye el punto magnético, esotérico, geodésico, telúrico, mágico,
astronómico, estas singulares características las lograron detectar los
fundadores de ciudades, ubicaron altitudes que se sincronizan con otras de los
entornos, para complementar la información requerida, optimizando el monitoreo
de los astros y la incidencia directa en el comportamiento de la naturaleza que
repercute en la actitud que asume el hombre.
Machupicchu
fue erigida en medio de incontrastables roquedales, porque es el epicentro
donde todas las características antes expuestas, el tiempo se está encargando
de imprimirle acendrado misticismo.
Los
arquitectos que la concibieron y concretaron, la erigieron desde el cauce del
río Vilcanota, primero ubicaron los puntos de mayor consistencia, que sirva de
soporte para la construcción de andenerías, que a manera de contrafuertes, van
ganando altura sólidamente engarzadas al roquedal central, semejando un machón
o columna de acero, que en resistencia supera los cimientos y estructuras de
los rascacielos más prominentes, su constitución geológica está calculada para
resistir todos los más violentos embates de la naturaleza, huracanes,
inundaciones, movimientos sísmicos, cambios geomagnéticos, mutaciones de
presión. El diseño y las estructuras de las andenerías obedecen a un trazo
funcional, inclinación matemáticamente calculada para el descenso del agua, con
pausa y sin prisa, los espacios los rellenaron con gredas de especial
composición química, seleccionadas de los entornos para que soporte la humedad
y se amalgame, cuando pasen las lluvias torrenciales que a diario se registran.
En
dichos andenes se han logrado experiencias genéticas con semillas
seleccionadas. El diseño de sus estructuras está calculado matemáticamente concordante
con las leyes de la física, para resistir la gradiente de agreste orografía,
que en algunos sectores es vertical. Cualquier descompensación física o falla
de sus estructuras o síntomas de deterioro, está monitoreado con extraordinaria
precisión con el poliedro pétreo de más de 36 ángulos ubicado estratégicamente
en el epicentro de la ciudadela.
En
la parte superior geodésicamente dispuestos ubicaron los centros de meditación
y pernoctancia a la espera de la proximidad y del control del advenimiento de
los días cósmicos registrados en los Intihuatanas, para entrar en trance y
recibir el mensaje de sus APUS (dioses, que equivalen a las fuerzas o poderes
de la naturaleza) para interpretar y traducir sus designios.
Los
monitores de control del tiempo, se diseñaron y ubicaron en altitudes definidas
para recibir y sincronizar la proyección de la luz del sol y la luna. En la
parte central de la explanada ubicaron hornacinas geodésicamente dispuestas,
para sincronizar el monitoreo del sol, ubicaron con rigor astronómico el lugar
estratégico donde esculpieron el Intihuatana más exacto, científicamente
diseñado, consistente en perfiles, ángulos, curvaturas, para lograr las
proyecciones debidas y sincronizar matemáticamente los ciclos y los periodos,
que era la razón de este acto que sincroniza toda mecánica celeste, como
resultado de la ya conocida sinfonía de las esferas, que ostenta extraordinaria
precisión.
Concebido
para rastrear el movimiento de los astros de nuestro hemisferio, que es parte
de todo el universo, logrando codificar los designios cósmicos que los
respetaban y se preparaban para encararlos.
En
el epicentro del complejo arquitectónico es digno de admirar la piedra de más
de 36 ángulos, poliedro de varias aristas y diversas direcciones, que tiene la
finalidad de registrar las variaciones del desplazamiento de los perfiles
arquitectónicos con relación a la mutación geomagnética.
Este
complejo bloque de granito, constituye la más completa enciclopedia de
ingeniería, donde se advierte la magistral simbiosis de la matemática y la
física.
Semeja
varios cubos superpuestos de variados volúmenes, que a manera de engranajes
engarzan bloques de diferentes tamaños, ubicados en diferentes niveles para que
se proyecten en distintas direcciones, para controlar el desplazamiento de la
posición de los ángulos con relación al sol y la luna, también hay que
remarcar, que éste bloque sirve para dar mayor consistencia a los hitos que se
ubican en estructuras de gradiente vertical.
En
otro ambiente junto al torreón existen morteros de piedra, quedan pocos,
debieron ser más, por su posición horizontal, en épocas de lluvia se llenan de
agua, cubriendo toda la superficie. Estos dispositivos sirven para constatar el
retorno aparente del sol, exactamente el día del Inti Raymi, cuando el sol está
en el cenit y su circunferencia coincide con la del mortero e ilumina toda la
superficie y no se advierte ningún ángulo de reflexión de luz, es prueba que el
reloj cósmico no ha sufrido alteraciones en su recorrido y se mantiene la
periodicidad de los ciclos, que es lo que les interesa, por ello lo celebran
con grandes festividades, porque su retorno exacto no producirà alteraciones en
el comportamiento de la naturaleza o Pacha Mama..
En
la parte superior cerca de la cima de bloque granítico que lleva el nombre de
la ciudadela, hay un portón trapezoidal amen de un túnel, quienes culminamos
varias veces este ascenso hasta legar a la cúspide, hemos absorbido los aromas
de una atmósfera especial y sentido los efluvios de su singular composición
cósmica.
En
lo que a ingeniería se refiere, conocieron y dominaron a la perfección la
técnica dela cimentación, colocaban en la base cantos rodados de gran
consistencia, para que cuando se registren movimientos telúricos no comprometan
ni afecten sus perfiles y sólidas estructuras.
Otro
aspecto que posiblemente es el de mayor connotación, es el referido a su
ubicación, orientación, altitud y disposición. Levantaron sus estructuras para
la proyección de la luz, matemáticamente coincida con la triangulación que
ellos precisaban para el exacto control del tiempo, sincronizaban la proyección
de las ventanas y puertas trapezoidales ubicadas en diferentes altitudes del
entorno.
Hay
infinidad de aspectos y bondades más que a la ciudadela de Machupicchu la ungen
como única, inigualable e irreproducible, si alguna vez colapsara.
Solo
como mera referencia, acoto lo que sucedió no hace mucho, cuando aún en vida el
multimillonario norteamericano Paul Getty natural de California, fue de visita
a Roma La Eterna, quedó cautivado, impresionado, enamorado de los ambientes,
estructuras y perfiles de una Villa Romana del año 79, como no podía comprársela
y transportarla a su añorada California, porque los monumentos históricos son
patrimonio de los pueblos que la conciben.
Ante
esta imposibilidad de apropiarse de éste perfil arquitectónico, decidió
reproducirla en su tierra natal, con las mismas características, materiales,
ambientes, la erigió idéntica a su matriz. Lo que le faltaba para que sea la
misma, era la patina del tiempo impregnada en sus paredes, los efluvios y
aromas del pasado. No lo inquietó, ni preocupó, ni interesó el costo; pero se
dio la satisfacción este mecenas de la cultura de ostentar el perfil
arquitectónico de su predilección.
A
nuestra ciudadela de Machupicchu, de ser posible para protegerla habría que
construirle una urna de material sintético permeable, reglamentar su visita, supeditada
a estricto mantenimiento y severa vigilia a cargo de arqueólogos, ecólogos,
arquitectos, geólogos, geodésicos, etnohistoriadores, antropólogos, etc. para
que periódicamente evalúen su estado de conservación.
De
inmediato proceder, si es que no lo han hecho, a tomar fotografías
computarizadas con el auxilio de máquinas fotográficas digitales, radar y
satélites, para restaurar cuando las circunstancias lo requieran. Sincronizada
toda la documentación e información para seguir conservandola a cualquier
precio.
Si
el multimillonario Paul Getty en vida hubiese visitado nuestra ciudadela y
admirado su grandilocuencia y monumentalidad, recorrido sus ambientes y se
hubiese cautivado con sus ambientes y estructuras y decidido reproducirla
idéntica en su añorada California, ni con toda la incalculable fortuna hubiese
podido lograr este anhelo, porque nuestra ciudadela es irreproducible, por sus
especiales características, por ello nuestro celo profesional justifica nuestra
obcecada defensa.
Desde
ya, tenemos que dejar sentada nuestra protesta y nos oponemos rotundamente a la
implantación de aventurada política turística carente de adecuada
reglamentación y trato profesional.
Nos
oponemos a que se quiera adosar maquillajes que la tecnología de la modernidad
quiere implantar, como funiculares, teleféricos, etc. amen de que sea utilizada
con fines publicitarios, basta ya con la herida sufrida en el Intihuatana. Les
quiero recordar a los que siendo autoridades desconocen su magnitud y
proyección cultural, que desde no hace mucho ya es considerada y recientemente
ratificada, por especialistas y revistas de cultura y turismo, como PRIMERA
MARAVILLA DEL MUNDO.
No hay comentarios:
Publicar un comentario